También cosas, no tan agradables, como:
Perdidas (como esta despedida momentánea de nuestro hermano Favio Vargas).
Todo lo anterior mencionado, forma parte hasta cierto punto, el ciclo normal de la vida. Pero existen decisiones que marcaran no solo a nosotros, sino a nuestras generaciones y aun mas allá, beneficiaran todo nuestro entorno.
Primera decisión trascendental:
Cuando abrimos nuestros corazones y recibimos a Cristo como nuestro Rey, Señor y Salvador.
Juan 11:25 “le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.“
Jesús se define como el único camino o vía de acceso que nos lleva al Padre.
Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.“
Gracias al acto de salvación de Cristo, Él nos traslada del reino de las tinieblas al Reino del Hijo amado (Colosenses 1:13-23).
Todo este proceso Cristo lo hizo legal, gracias a la transacción que se ejecuto en la cruz del Calvario. Esto nos llevo de ser criaturas creadas por Dios a ser hijos de Dios; herederos de su reino y coherederos con Cristo de su señorío (Romanos 8:17).
Esta primera y fundamental decisión, es la que me da la garantía para cuando llegue el día de mi partida de este mundo, el lugar donde pasare la eternidad sea con Cristo y en Cristo.