Un sueño de Dios

Hoy vamos a hablar de los sueños de Dios, no de los sueños de la vida diaria y común sueños momentáneos, de poca duración, de la felicidad instantánea que hoy es y mañana se desvanece. Los sueños que Dios tiene con sus hijos, son sueños eternos, sueños que no perecerán, no se desvanecerán, ni se destruirán. Son sueños verdaderos, consistentes, firmes, reales, que su gozo y felicidad presente tienen alcance eterno; de esta única clase de sueños de Dios hablaremos hoy.

Veamos la palabra en: Génesis 15:1-6Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en Visión, diciendo: No temas Abram; Yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido de mi casa. Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará este, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”.

Vamos hablar de alguien que le creyó a Dios, de alguien que no era un teólogo, que no conocía reglas, leyes, que nunca leyó la Biblia, pero que aprendió a escuchar la voz de Dios y a obedecerle en todo lo que Dios le mandaba, Abraham el padre de la fe que nos muestra a todos los creyentes que es lo más importante oír y obedecer, no cuestionar a Dios, no poner en tela de juicio su palabra, no poner excusas a su llamado.

Nosotros somos hijos de Abraham, hijos de la fe, Gálatas 3:6-9Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de la fe, estos son hijos de Abraham. Y la escritura, previendo que Dios iba a justificar por la fe, a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham” .

Abraham, fue un siervo humilde, amado de su Padre celestial fue obediente en todo lo que Él le ordenaba y le obedecía. Este maravilloso hombre de fe, se constituyó en amigo de Dios, el caminaba acompañado constantemente bajo Su mirada y bajo Su protección Divina. Abraham arriesgó su vida, su seguridad, su reputación, su futuro, aún puso en riesgo a su propio hijo Isaac a causa de la obediencia absoluta a Dios, porque le conocía y sabía en quién había confiado y que el mismo le salvaría, no sabía como, pero Abraham sabía que Dios se glorificaría en medio de la prueba y no dejo de obedecerle y adorarle (Génesis 22:5).

Hoy hay muchos estudios teológicos, muchas reuniones de seminarios, congresos, pero eso no asegura que el creyente este caminando en la perfecta voluntad de Dios, el conocimiento ayuda en todo el crecimiento como hijos de Dios, pero se puede estar viviendo lejos de su voluntad. Dios sigue buscando muchos Abraham, Sara, Moisés, Jacob, David, María etc. Hijos obedientes, entregados y rendidos absolutamente a Él para hacer su voluntad, que es lo esencial y fundamental para Dios cumpla sus sueños en nosotros (Hebreos 11: 17-28).

Dios quiere hijos con corazones puros, sinceros, consagrados a Él, que sin medir consecuencias lo arriesgan todo por amor a su nombre, sabiendo que todo lo que pierdan por Él, su ganancia será mayor en esta vida y en la venidera. Hay plena seguridad de que nos espera algo mucho mejor en los cielos que en esta tierra, aquí solo somos peregrinos esperando recibir la promesa de entrar a nuestra Patria Celestial.

Si nuestras vidas están completamente rendidas a la perfecta voluntad de Dios, los sueños que Él a puesto en nuestros corazones se cumplirán; estos no son sueños propios que nos pertenezcan, sino que son sueños eternos de Dios que han sido engendrados primeramente en el corazón de Dios y plasmado en el corazón de sus hijos.

Lo primero que Dios hace en sus hijos que tiene con ellos un Propósito Divino es:

Generar fe en sus corazones, llenarlos de su Santo Espíritu, Dios mismo pone en ellos un corazón nuevo, una mente abierta a su revelación, y una obediencia absoluta, para que crean, Dios se hace visible en ellos, se hace conocer, y les revela su gran poder para que crean, les va mostrando día a día su propósito para que lo conozcan y lo abracen, lo amen , y se preparen para cumplir Su sueño Divino.

Los sueños que Dios plasma en el corazón de sus hijos son sueños con promesas y bendiciones que no solo alcanzan para el presente, sino que son para las generaciones venideras, como las bendiciones de todos los siervos que nos han dejado abierto el camino de la fe para que lo transitemos en Cristo Jesús el autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2).

Vemos que todos los siervos de Dios que han sido usados con Propósitos Divinos alcanzaron todas las generaciones, y hasta hoy recibimos las abundantes bendiciones a causa de la obediencia de ellos. Y estas mismas promesas y bendiciones que ellos recibieron son las que nos siguen a nosotros los hijos de la fe, que creemos que los Sueños de Dios se cumplirán en nuestras vidas.

La fe sin obra es muerta, la fe se activa en la esperanza, en la fuerte convicción de lo que Dios ha hablado al corazón, en la seguridad y plena confianza que lo invisible se hará visible y lo que no se ve, será hecho y se manifestará en el perfecto tiempo de Dios; Hebreos 11:1-3Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonios los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.

Los verdaderos hijos de la fe, son aquellos que han abandonado toda su confianza en ellos mismos, en sus propios recursos, habilidades y razonamientos, la fe no se razona, la fe es creer en Dios y en todas sus promesas, la fe requiere acción y esto solo se comprueba por la obediencia al Señor, sin mí dice el Señor, nada podéis hacer (Juan 15:5).

Todo lo que Dios hizo lo hizo basado en Sus sueños con sus hijos amados, desde la creación hasta la culminación en la vida eterna, Dios nos amó desde la eternidad hasta la eternidad y soñó con nosotros todos sus hijos nacidos de su Santo Espíritu, todo lo creó a la perfección para que nosotros sus hijos disfrutemos de todas Su grandeza y Su gloria.

Dios es un Dios eterno de amor, sus verdaderos hijos han sido perfeccionados en el amor; y en ese inmenso amor que se anida en cada uno de los corazones de sus hijos. Dios es quién los ha tomado para la gloria de su nombre para ser usados en su perfecta voluntad. Dios soñó y sigue soñando hasta completar su obra maravillosa allí en los cielos cuando entremos a su presencia por la eternidad.

No se cual será el sueño que Dios ha plasmado en tu corazón amada hermana/o pero quiero decirte de parte de Dios que así como Él cumplió sus sueños en los hombres y mujeres de fe lo cumplirá en ti, si tu no dejas de lado el sueño, si tu te pones a soñar junto al Padre en su voluntad Él los cumplirá en ti.

No abandones el sueño que Dios ha hablado a tu corazón, ámalo, cuídalo para que nadie te lo quite, no dejes que se enfríe tu corazón en la espera de lo verdadero que Dios quiere cumplir en ti. Dios te ha revelado lo que quiere con tu vida y El mismo lo cumplirá, no dudes, no te afanes, espera en silencio y descansa en El y el hará lo que ha prometido porque Dios es fiel eternamente fiel.

Nunca saques la mirada de Dios, pon tus ojos en El, no mires las circunstancias que te dicen esto es imposible; No hay nada imposible para Dios ( Lucas 1:37); El lo ha dicho El lo hará, lo ha prometido y lo ejecutará; No mires el tiempo, el tiempo es de Dios, Todo tiene su tiempo, el tiempo perfecto para el cumplimiento del sueño solo El  lo conoce Eclesiastés 3:1 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora3:14-15 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”.

Solo debes creer y permanecer en la fe,  siendo fiel a su promesa; que nadie te desvíe del propósito, mantén a Dios en el primer lugar y verás como Dios se manifestará con poder y gloria sobre tu vida.

Aprendamos cada día de Abraham el padre de la fe, el no miraba el tiempo del cumplimiento de la promesa, sino que en la espera perfeccionaba y fortalecía su fe en Dios y sus promesas (Romanos 4:18-22).

Dios es fiel, nunca se olvidaría de la promesa que Él mismo te ha entregado, Dios está preparando el camino de bendición para tu vida. Dios nunca se queda quieto, ni se cruza de brazos, Dios está activo, ocupado en ti, porque Él te escogió para cumplir Su plan Divino, confía en Él, no desmaye tu corazón deja que Dios siempre reine y siga reinando en tu vida, sométete a Su dominio y Su poder Él conoce quién eres y porqué te ha elegido para cumplir Su Sueño, Solo cree en Él, llena tu boca de alabanzas, loores, gloria y honor al que vive por siempre por los siglos de los siglos, Amén, Amén y Amén.

© José A. Galdamez. Todos los derechos reservados.

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José A Galdamez

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