¿Quién Me Ayudará?

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Mensajes Cristianos Predica de Hoy: ¿Quién Me Ayudará?

Mensaje Cristiano Lectura Bíblica: Salmos 121:1-8

Introducción

Queridas hermanas en Cristo, en nuestra vida enfrentamos situaciones en las que nos preguntamos: “¿Quién me ayudará?” Los desafíos y las dificultades pueden parecer abrumadores, pero en esta predica, exploraremos el Salmo 121 para encontrar respuestas reconfortantes sobre quién está dispuesto a extendernos su ayuda en todo momento.

I. La Fuente de Nuestra Ayuda

El Salmo comienza con una declaración poderosa: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?” Esta pregunta nos lleva a la primera lección: nuestra ayuda viene del Señor, el Creador de los cielos y la tierra.

Cuando enfrentamos momentos de necesidad, debemos recordar que nuestra ayuda proviene de Dios. No importa cuán grandes sean nuestros problemas, Él es aún más grande y poderoso.

II. Dios, Nuestro Protector Constante

El Salmo continúa diciendo: “Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.” Aquí encontramos la segunda lección: Dios no solo es nuestra ayuda, sino también nuestro constante protector.

Dios es el Creador del universo, y Su amor y cuidado por nosotros son infinitos. No importa cuán difíciles sean las circunstancias, Él está presente para resguardarnos y guiarnos.

III. Dios, Quien Nunca Se Duerme

El Salmo nos asegura que Dios nunca duerme ni descansa en Su vigilancia sobre nosotros. Dice: “He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.” Esta es la tercera lección: Dios está siempre alerta y dispuesto a ayudarnos, incluso en medio de la noche más oscura.

Nuestro Dios es fiel y nunca nos abandona. Podemos confiar en que Él estará a nuestro lado en cada paso del camino.

IV. Nuestra Seguridad en Dios

El Salmo concluye con estas palabras reconfortantes: “Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma.” Aquí encontramos la cuarta lección: en Dios encontramos seguridad y protección contra todo mal.

En momentos de incertidumbre, debemos refugiarnos en la seguridad que Dios ofrece. Él vela por nuestra alma y nos guía hacia la paz y la salvación.

Conclusión

Queridas hermanas, cuando nos preguntamos: “¿Quién me ayudará?” recordemos las lecciones del Salmo 121. Nuestra ayuda proviene de Dios, nuestro constante protector, quien nunca duerme y nos ofrece seguridad y paz.

Oremos juntas por la gracia de Dios para confiar en Su ayuda constante y encontrar consuelo en medio de nuestras necesidades. Sigamos adelante con la certeza de que Dios es quien nos sostiene y nunca nos abandonará.

En el nombre de Jesús, amén.

© Hilda T. Hernández. Todos los derechos reservados.

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