Ministrando El Uno Al Otro

Jesús dijo en Juan 13:34, “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a los otros.” Pablo dijo en Gálatas 5:13, “Servid los unos a los otros.” Está exigiendo amor aquí. Cuando estamos tratando de restaurar una vida, debemos siempre hablar la verdad en amor.

C. Hay un contraste en acciones. Legalistas agregan mas cargas a la vida del hermano pecador, mientras los cristianos sobrellevan esas cargas.

La palabra griega aquí para cargas es “baros” que significa “algo pesado.” Esta clase de carga debe ser compartida. Martin Lutero nos dice “Corre hacia él, o la persona que ha caído en pecado, y extiéndele tu mano, levántalo otra vez, consola lo con palabras dulces y suaves, y abrázalo con brazos como de madre querida.” Yo creo que la diferencia entre padre y madre es una buena ilustración de la diferencia entre legalista y cristiano guiado por el Espíritu.

Cuando mi hijo Josué, era un niño chiquito el estaba jugando con un palo. Yo le había advertido que se podría lastimar, pero por supuesto continúo jugando, y no era mucho tiempo después que se pego en la frente. Que paso entonces, empezó a chillar y corrió a su mama que le extiendo su mano, lo levanto, le consoló con palabras dulces y suaves, y le abrazo con brazos tiernos. Que fue mi reacción, “Josué, te dije que podrías lastimar!”

Ahora yo creo que padres y madre reaccionan diferentes a sus hijos cuando se lastiman. Madres son como esos cristianos guiados por el Espíritu Santo, que buscan sobrellevar las cargas, y nosotros Padres somos como los legalistas que no hacen nada para consolar sus hijos.

No hay contradicción entre el versículo dos que dice, “sobrellevad los unos las cargas de los otros” y el versículo cinco que dice, “cada uno llevara su propia carga.”

Déjame explicar esto. La palabra en el vers. 2 es diferente, “baros” significa “algo pesado” mientras la palabra en el vers. 5 es “photion” que significa el “bulto del hombre”. Entonces debemos sobrellevar las cargas de otros porque son demasiado pesados para un hombre llevar solo. Pero hay una carga que es ligera, no pesado para poder cargarlo uno hasta el Día de Juicio. Cristo dijo “llevad tu cruz y sígueme.” Y también nos dijo en Mateo 11:28-30, “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os hare descansar. Llevad mu yugo sobre vosotros, y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón; y hallareis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Si Jesús cargo con nuestros pecados, nosotros también deberíamos cargar a un hermano caído!

II. COMPARTIMOS BENDICIONES (Verss. 6-10)

La segunda manera que cristianos ministran el uno al otro es por compartir bendiciones. Tal como “el uno al otro” es una frase clave en el nuevo testamento, también es la palabra “compañerismo” que significa “compartir” en el vs 6. Dice, “El que es enseñado en la palabra, haga participe, o sea compartir, de toda cosa buena al que lo instruye.”

Desde los primeros comienzos de la Iglesia en Hechos 2:42-47, compartir era una marca de la experiencia cristiana. En este contexto, Pablo está refiriendo a compartir bienes materiales con otros.

EL PRECEPTO (Verss. 6, 10) Pablo comienza con un precepto y luego lo repite con el vs 10 “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.” El maestro de la palabra de Dios reparte tesoros espirituales. Y los que son enseñados deben compartir tesoros materiales. Recuerda, Jesús nos dijo que lo que hacemos con lo material indica como valoramos cosas espirituales. Dijo en Mateo 6:21, “Porque donde esta vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”

EL PRINCIPIO (Verss. 7-8) Debemos reconocer que hay un principio espiritual detrás del precepto. Dios no manda a cristianos a dar simplemente para que los pastores, maestros y misioneros pudieran tener para sus necesidades materiales, pero para que el cristiano recibiera una mayor bendición. Entonces Pablo dice en los verss. 7-8, “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segara. Porque el que siembra para su carne, de la carne segara corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segara vida eterna.”

El principio básico de la sembrar y cosechar esta entretejido en toda la Biblia. Dios ha ordenado que vayamos a cosechar lo que sembramos. El granjero que siembra maíz, espera cosechar maíz. Pero Dios no solo nos ha dicho que sembrar sino tener cuidado que cosechamos.

Hay un viejo dicho, “Siembras un pensamiento, y cosechas un hecho. Siembras un hecho y cosechas un hábito. Siembras un hábito y cosechas un carácter. Siembras un carácter y cosechas un destino.”

Pablo mira bendiciones materiales como la semilla, pero hay dos clases de tierra, la naturaleza de la carne y la del Espíritu. Podemos usar nuestras bendiciones materiales para promover la naturaleza pecaminosa o podemos usar nuestras bendiciones materiales para promover las cosas del Espíritu. Una vez que terminamos de sembrar, no podemos cambiar la cosecha. Así que mucho cuidado con lo que siembras.

Sembrando a una naturaleza de la carne produce una cosecha de destrucción, una cosecha de decadencia moral. Sembrando al Espíritu en cambio produce una cosecha de crecimiento moral y espiritual. En Gálatas 5:16-23 vemos la diferencia entre las dos.

El autor famoso Ernesto Hemingway declaraba que su vida probaba que una persona podría hacer lo que quería sin pagar las consecuencias. El, como muchos hombres antes que él y después, consideraba que las ideas de la Biblia eran anticuadas e irrelevantes a nuestro tiempo, y un estorbo a su placer personal. Leyes morales eran para él una superstición religiosa que no tenía significancia. Su borrachera le llevo a tanta desesperación que se suicido con una bala en el cerebro. Como dice en Salmos 2:4, “El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlara de ellos.” También dice en Eclesiastés 11:9 “alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgara Dios.” Eclesiastés 12:13-14 dice, “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.”

El autor Oscar Wilde fue un homosexual encarcelado, en desgracia y vergüenza, cerca de su muerte escribió: “Olvide por el transcurso de mi vida que lo que eres en secreto algún día lo gritaras del techo.”

LA PROMESA (Vers. 9) “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” La semilla plantada no produce fruta inmediatamente. Hay temporadas en el alma como hay temporadas en naturaleza, y necesitamos dar tiempo para que la semilla agarre raíz en la vida de una persona. No hay tal cosa como carácter instantáneo en el cristiano. No es como solo le agregas agua y ya está. Toma tiempo para cultivar y producir fruto en la vida cristiano. Pero si perseveramos, llevaremos fruto.

Pero aparte de Cristo no lo podemos hacer. Cristo dijo en Mateo 7:15-20. Y otra vez en Juan 15:5 dice, “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mi, y yo en el, este lleva mucho fruto; porque separados de mi nada podéis hacer.”

Y el Miracle Grow que le hechas a tu vida espiritual para hacerla crecer aun mas es la Fe. Hebreos 11:6 dice, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que la hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

Hay que decidir esta mañana cual clase de fruto vas a producir, espiritual o carnal. La espiritual dura la eternidad pero lo carnal es temporal. Cristo dice en Mateo 6:19-21, “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde este vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”

Vamos a orar. Padre celestial, ayúdanos a sembrar semillas que producen fruto espiritual en nuestra vida, y no carnal. Ayúdanos a ministrar a los que han sido sorprendidos en pecado. Que los restauremos en espíritu de amor y mansedumbre. Y sobrellevar las cargas de los demás. Gracias por darnos el privilegio de ser participes en tu obra de reconciliación. Amen.

© Stephen Boldin. Todos los derechos reservados.

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