Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Principios bíblicos para la familia cristiana
Introducción
La familia es una institución creada por Dios desde el principio de la creación, como se menciona en el libro de Génesis: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” (Génesis 1:27-28).
Dios tiene un plan para la familia y quiere que sus miembros sean bendecidos y prosperen en todas las áreas de sus vidas. Él desea que las familias cristianas sean un lugar de amor, unidad, respeto mutuo y crecimiento espiritual.
La Biblia nos enseña que el papel de los padres es guiar y enseñar a sus hijos en los caminos de Dios. En Deuteronomio 6:6-7 se nos insta a enseñar a nuestros hijos los mandamientos de Dios: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.“
Dios también nos llama a amarnos los unos a los otros dentro de la familia. En Efesios 5:25 se nos dice: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella“. Además, en Efesios 6:4 se nos insta a criar a nuestros hijos en la disciplina y la instrucción del Señor.
Principios bíblicos para la familia cristiana
Hay muchos principios bíblicos que pueden ayudar a guiar a una familia cristiana. Aquí hay algunos de ellos:
Amar a Dios: “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” (Mateo 22:37). Este es el mandamiento más importante en la Biblia y es la base para todos los demás principios.
Amor entre los miembros de la familia: “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (Mateo 22:39). Este principio se aplica especialmente a la familia cristiana, donde el amor y el respeto mutuo deben ser fundamentales.
Enseñar a los hijos: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” (Proverbios 22:6). Es responsabilidad de los padres enseñar a sus hijos los caminos de Dios y ayudarles a crecer en su fe.
Vivir una vida de integridad: “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante” (Efesios 5:2). La familia cristiana debe vivir en obediencia a Dios y en amor y servicio a los demás.
Perdonar: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial” (Mateo 6:14). El perdón es fundamental en una familia cristiana, ya que todos fallamos y necesitamos la gracia y la misericordia de Dios.
Orar juntos: “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” (Mateo 18:19). La oración es poderosa y unir a la familia en oración producira bendiciones y fortaleza.
Mantener una comunicación abierta y honesta: “Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación” (Santiago 5:12). La familia cristiana debe ser honesta y abierta en su comunicación, evitando juramentos y promesas vacías.
Estos son solo algunos de los principios bíblicos que pueden ayudar a guiar a una familia cristiana. La Biblia es una fuente inagotable de sabiduría y consejo para la vida familiar.
Conclusión
La familia cristiana tiene un papel importante en la iglesia y en la sociedad en general. La familia cristiana puede ser una fuerza positiva para el bien en la comunidad, sirviendo a los demás y compartiendo el amor de Dios con quienes los rodean.
En resumen, Dios tiene un plan para la familia cristiana y quiere que sus miembros vivan en armonía, amor y unidad. La familia es una bendición y un regalo de Dios, y podemos confiar en Él para guiarnos y fortalecernos en nuestras relaciones familiares.
© Pedro Blanco. Todos los derechos reservados.
