Las profundidades del Salmo 75

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Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Las profundidades del Salmo 75

Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica de Hoy: Salmo 75:1-3

Introducción:

Hoy, queridos hermanos y hermanas, nos sumergiremos en las profundidades del Salmo 75:1-3. En estos versículos, encontramos palabras de agradecimiento, juicio y sostén. ¿Alguna vez te has preguntado quién sostiene las columnas de tu vida cuando todo parece derrumbarse? ¿Quién es el juez justo en los momentos de confusión? Vamos a explorar juntos estas preguntas.

I. Agradecimiento a Dios (vers. 1)

a. La importancia de agradecer a Dios

¿Recuerdas la última vez que agradeciste a Dios por sus maravillas en tu vida?

El agradecimiento es una parte esencial de nuestra relación con Dios. Es un reconocimiento de que todo lo que tenemos y todo lo que somos proviene de Él. Cuando decimos “gracias”, estamos reconociendo la generosidad de Dios y su amor constante por nosotros.

b. Gracias te damos

El salmista dice “gracias te damos, oh Dios, gracias te damos“, una repetición que enfatiza la importancia de la gratitud. No es un agradecimiento casual o superficial, sino un agradecimiento profundo y sincero que surge del corazón.

Además, el salmista dice “pues cercano está tu nombre“. Aquí, el “nombre” de Dios representa Su presencia y su carácter. Dios no está lejos o distante; está cerca de nosotros. Y porque está cerca, podemos experimentar Su amor, Su gracia y Su misericordia de manera personal.

c. Compartiendo testimonios de Su poder

El salmista dice “los hombres cuentan tus maravillas“. Las “maravillas” de Dios son sus obras poderosas y milagrosas. Son las formas en que Dios ha intervenido en nuestro mundo y en nuestras vidas de maneras sorprendentes y sobrenaturales. Cuando contamos las maravillas de Dios, estamos compartiendo testimonios de Su poder y bondad.

Entonces, ¿Recuerdas la última vez que reconociste Su presencia cercana y contaste sus maravillas a otros? Si no lo has hecho recientemente, te animo a que tomes un momento para hacerlo. Porque cuando agradecemos a Dios y contamos sus maravillas, nos acercamos más a Él y experimentamos más de Su amor y gracia.

II. Dios como Juez Justo (vers. 2)

a. “Al tiempo que señalaré, yo juzgaré rectamente.

En este versículo, Dios nos asegura que Él es un juez justo. ¿Has confiado en Dios como tu juez justo en tiempos de dificultad?

En este versículo, Dios se presenta a sí mismo como un juez justo. Pero, ¿qué significa realmente que Dios es un juez justo? Significa que Dios siempre hace lo que es correcto y justo. Dios no muestra favoritismo y no se deja influir por las apariencias externas. Dios ve nuestros corazones y conoce nuestras motivaciones más profundas. Él ve la verdad de cada situación y siempre juzga con equidad.

b. El tiempo de Dios

Dios dice: “Al tiempo que señalaré, yo juzgaré rectamente“. Esto nos recuerda que Dios tiene un tiempo perfecto para todo. Aunque a veces podemos impacientarnos y querer que Dios actúe de inmediato, Dios sabe cuándo es el mejor momento para actuar. Su juicio no se retrasa ni se apresura; llega exactamente cuando es necesario.

c. Confiar en Dios

¿Has confiado en Dios como tu juez justo en tiempos de dificultad? En momentos de injusticia, ¿has buscado la justicia de Dios en lugar de tomar el asunto en tus propias manos? En momentos de impaciencia, ¿has confiado en el tiempo perfecto de Dios?

Confiar en Dios como nuestro juez justo no siempre es fácil. Puede ser difícil esperar su tiempo y puede ser difícil aceptar su juicio cuando no coincide con lo que queremos. Pero cuando confiamos en Dios como nuestro juez justo, encontramos paz y seguridad. Sabemos que no importa lo que suceda, Dios está en control y siempre hará lo que es correcto y justo.

III. Dios sostiene las columnas de la vida (vers. 3)

a. “Se arruinaban la tierra y sus moradores; yo sostengo sus columnas.

Cuando todo parece derrumbarse, Dios sostiene las columnas de nuestra vida. ¿Has experimentado la fortaleza de Dios en tiempos de debilidad?

Este versículo nos presenta una imagen poderosa de Dios como el sostenedor de todas las cosas. Cuando el salmista dice “se arruinaban la tierra y sus moradores”, está hablando de tiempos de caos y desorden, tiempos en los que parece que todo se está derrumbando. Pero en medio de ese caos, Dios dice: “yo sostengo sus columnas”.

b. Los fundamentos de nuestra vida

Las “columnas” aquí son entendidas como los fundamentos de nuestra vida. Son las cosas que nos mantienen firmes y estables. Y Dios dice que Él es el que sostiene esas columnas. En otras palabras, cuando todo lo demás se está derrumbando, Dios es el que nos mantiene firmes.

Entonces, ¿has experimentado la fortaleza de Dios en tiempos de debilidad? ¿Has sentido cómo Dios sostiene las columnas de tu vida cuando todo lo demás se está derrumbando?

c. Las columnas de tu vida

Quizás estés pasando por un tiempo de caos y desorden en este momento. Quizás sientas que las columnas de tu vida se están derrumbando. Si ese es el caso, te animo a que te aferres a la promesa de este versículo. Dios es el que sostiene las columnas de tu vida. Él es el que te mantiene firme. Y no importa lo que estés pasando, puedes confiar en que Dios te sostendrá.

Aplicación:

Estos versículos nos invitan a agradecer a Dios, confiar en su juicio justo y buscar su fortaleza en tiempos de debilidad. ¿Cómo puedes aplicar estos principios en tu vida diaria? ¿Cómo puedes mostrar gratitud a Dios hoy? ¿Cómo puedes confiar más en su juicio justo? ¿Cómo puedes buscar su fortaleza en tus momentos de debilidad?

  1. Agradecer a Dios: Podemos mostrar gratitud a Dios de muchas maneras. Una forma sencilla es a través de la oración. Cada día, podemos tomar un momento para agradecer a Dios por las bendiciones en nuestra vida. También podemos mostrar gratitud a través de nuestras acciones. Esto podría ser tan simple como compartir con alguien más acerca de las maravillas que Dios ha hecho en nuestra vida. O podría ser a través de actos de bondad y generosidad hacia los demás, reflejando el amor y la bondad de Dios hacia nosotros.
  2. Confiar en el juicio justo de Dios: Confiar en el juicio justo de Dios significa creer que Él siempre hará lo que es correcto y justo, incluso cuando no entendamos Sus caminos. Esto puede ser especialmente difícil en tiempos de prueba o cuando enfrentamos injusticias. Pero podemos crecer en nuestra confianza recordando las veces en el pasado cuando Dios ha demostrado Su justicia y fidelidad.
  3. Buscar la fortaleza de Dios en tiempos de debilidad: Todos enfrentamos tiempos de debilidad y desafío. En esos momentos, podemos buscar la fortaleza de Dios a través de la oración, pidiéndole que nos dé la fuerza que necesitamos. También podemos buscar la fortaleza de Dios a través de Su Palabra, que está llena de promesas de Su poder y presencia en nuestras vidas. Y podemos buscar la fortaleza de Dios a través de la iglesia, apoyándonos en otros creyentes que pueden alentarnos y recordarnos de la fortaleza de Dios.

Conclusión

El Salmo 75:1-3 nos ofrece una hermosa imagen de un Dios que merece nuestro agradecimiento, un Dios que juzga con justicia y un Dios que sostiene las columnas de nuestra vida. Recordemos siempre dar gracias, confiar en su juicio y buscar su fortaleza.

Estos versículos nos pintan un retrato de Dios que es tanto alentador como desafiante. Es alentador porque nos recuerda que no estamos solos en nuestras luchas. Tenemos un Dios que está cerca de nosotros, que juzga con justicia y que sostiene las columnas de nuestra vida. No importa lo que estemos enfrentando, podemos descansar en la seguridad de que Dios está con nosotros, que Él es justo y que Él es fuerte.

Pero estos versículos también son un desafío. Nos desafían a responder a la bondad de Dios con gratitud. Nos desafían a confiar en el juicio de Dios, incluso cuando no entendemos lo que está sucediendo. Y nos desafían a buscar la fortaleza de Dios, incluso cuando nos sentimos débiles.

Entonces, mientras avanzamos en nuestras vidas, recordemos siempre estas verdades. Recordemos dar gracias a Dios por su bondad y amor. Recordemos confiar en su juicio justo. Y recordemos buscar su fortaleza en nuestros momentos de debilidad. Porque cuando lo hacemos, encontramos la paz, la esperanza y la seguridad que solo Dios puede dar.

© Sebastian Romero. Todos los derechos reservados.

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