Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Predica de Hoy: El tesoro escondido
Mensajes Cristianos Lectura Bíblica: Mateo 13:44-46
Introducción
¿Alguna vez has perdido algo valioso y has estado buscando desesperadamente para encontrarlo? Bueno, en la Biblia encontramos una historia sobre un hombre que hizo exactamente eso. Pero lo que encontró fue mucho más que un simple objeto perdido. ¡Encontró un tesoro escondido!
La historia se encuentra en Mateo 13:44-46, y nos habla de un hombre que encuentra un tesoro escondido en un campo. Él estaba buscando algo más, pero cuando encontró el tesoro, se dio cuenta de que valía más que todo lo demás en su vida. Él vendió todo lo que tenía para comprar el campo y obtener el tesoro.
Esta historia nos enseña algo importante acerca de nuestra relación con Dios. El tesoro escondido representa el reino de Dios, y cuando lo encontramos, nos damos cuenta de que es el bien más valioso que podemos poseer. El hombre en la historia estuvo dispuesto a renunciar a todo lo demás para obtener el tesoro. ¿Estamos dispuestos a hacer lo mismo por el reino de Dios?
I. Buscando el tesoro escondido
En esta historia, el hombre estaba buscando algo más, pero cuando encontró el tesoro, se dio cuenta de que era lo que realmente había estado buscando. A menudo, nosotros también buscamos cosas que pensamos que nos harán felices, como el éxito, el dinero, la fama, y muchas otras cosas. Pero en realidad, nada de eso puede llenar el vacío en nuestros corazones. Solo Dios puede hacerlo.
En Filipenses 3:8, Pablo dice: “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.” El tesoro escondido, el reino de Dios, es lo que debemos buscar. Debemos estar dispuestos a renunciar a todo lo demás para obtenerlo.
II. El valor del tesoro escondido
El hombre en la historia se dio cuenta de que el tesoro valía más que todo lo demás en su vida. Y así es como debemos ver el reino de Dios. En Mateo 6:33, Jesús nos dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Si ponemos a Dios primero en nuestras vidas, todo lo demás vendrá después.
Pero a veces puede ser difícil entender el verdadero valor del reino de Dios. En Lucas 12:15, Jesús nos advierte: “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.” No importa cuántas cosas tengamos, no pueden llenar el vacío en nuestros corazones. Solo Dios puede hacerlo.
IV. Renunciando a todo
El hombre en la historia vendió todo lo que tenía para obtener el tesoro. ¿Estamos dispuestos a hacer lo mismo por el reino de Dios? En Lucas 14:33, Jesús nos dice: “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” No significa que debamos renunciar a todo literalmente, pero debemos estar dispuestos a hacerlo.
Anécdota
Continuando con el tema del tesoro escondido, te quiero contar una historia que nos puede ayudar a entender mejor lo que significa buscar el tesoro y estar dispuestos a renunciar a todo por él.
Había una vez un joven llamado Ricardo que heredó una gran fortuna de su padre. Ricardo tenía todo lo que podía desear: una gran casa, un auto de lujo, ropa cara y mucho dinero en el banco. Pero a pesar de todo esto, sentía que le faltaba algo en su vida, algo que no podía comprar con dinero.
Un día, Ricardo decidió salir a dar un paseo por el campo. Mientras caminaba, vio a un anciano trabajando en su huerta. Ricardo se acercó y comenzó a hablar con él. El anciano le contó que había enterrado un tesoro en su huerta, pero que no podía encontrarlo. Ricardo se interesó en el tesoro y le preguntó al anciano si podía ayudarlo a buscarlo.
Durante días, Ricardo ayudó al anciano a buscar el tesoro. Cada día, cavaban más profundo, pero no encontraban nada. Ricardo se cansó y pensó en renunciar, pero algo dentro de él lo impulsaba a seguir buscando.
Finalmente, después de muchos días de buscar, encontraron el tesoro. Era una pequeña caja de madera llena de monedas de oro y joyas. El anciano le dijo a Ricardo que podía quedarse con el tesoro, pero Ricardo se dio cuenta de que el verdadero tesoro no era el oro y las joyas, sino la experiencia de buscarlo y encontrarlo.
Ricardo entendió que la verdadera riqueza no se encuentra en las cosas materiales, sino en las experiencias y en las personas que amamos. Y así, decidió vender todas sus posesiones y viajar por el mundo, viviendo experiencias que nunca olvidaría y compartiendo su riqueza con los demás.
La historia de Ricardo nos enseña que el verdadero tesoro no se encuentra en las cosas materiales, sino en las experiencias y en las personas que amamos. Pero para encontrar ese tesoro, debemos estar dispuestos a renunciar a todo lo que nos impide buscarlo. Como dice Mateo 13:44: “El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que al encontrarlo un hombre lo vuelve a esconder, y de alegría por ello va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo.“
Estar dispuestos a renunciar a todo no significa necesariamente que debamos deshacernos de nuestras posesiones, sino que debemos estar dispuestos a dejarlas de lado si es necesario para buscar el verdadero tesoro. Como dice Lucas 12:34: “Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.“
En conclusión
Si queremos encontrar el verdadero tesoro, debemos estar dispuestos a renunciar a todo lo que nos impide buscarlo. Ese tesoro puede ser una experiencia, una persona o un propósito en la vida. Pero lo importante es estar dispuestos a buscarlo con todo nuestro corazón.”Como dice Jeremías 29:13, ‘me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón’“.
En este versículo, Jeremías habla del deseo de Dios de que busquemos su presencia y que lo encontremos. Esto significa que debemos estar dispuestos a buscarlo con todo nuestro corazón y estar dispuestos a sacrificar todo lo que nos impida encontrarlo.
Es decir, debemos estar dispuestos a renunciar a cualquier cosa que nos aleje de Él, incluso si eso significa renunciar a cosas que valoramos mucho, como nuestras posesiones materiales, relaciones personales, y nuestros propios deseos y metas. En última instancia, el tesoro más grande que podemos encontrar es la presencia de Dios en nuestras vidas.
© Juan C. Planterio. Todos los derechos reservados.
