El Privilegio de la Oración

Mensajes Cristianos

Mensajes Cristianos Predica de Hoy: El Privilegio de la Oración

Mensaje Cristiano Lectura Bíblica: Salmo 55:16-17 (LBLA)

Introducción

Queridas hermanas en Cristo, en este momento nos sumergiremos en las profundidades del Salmo para explorar el tesoro que es el privilegio de la oración.

La oración es mucho más que palabras lanzadas al viento; es una conexión directa con nuestro Creador, un acto sagrado que nos permite acercarnos a Dios en la intimidad y la confianza más profunda. A través de este mensaje, descubriremos cómo la oración es un don divino que debemos valorar y aprovechar en cada faceta de nuestra vida cristiana.

I. Orar como un Privilegio

El Salmista nos conmueve al afirmar: “Yo, en cambio, invocaré a Dios, y el Señor me salvará. Por la tarde, por la mañana y al mediodía, clamaré y gemiré.” Esta declaración poderosa nos sumerge en nuestra primera lección: orar es un privilegio que supera todo entendimiento.

La oración es nuestra conexión directa con el Dios Todopoderoso, el Creador de los cielos y la tierra. Es por eso que en Mateo 7:7, el Señor nos anima diciéndonos: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.” La puerta a la presencia de Dios está siempre abierta para nosotros, y la oración es la llave que nos permite entrar.

II. Comunión con Dios: El Privilegio de la Oración

El Salmista nos inspira al buscar a Dios en diferentes momentos del día, revelándonos la segunda lección invaluable: la oración nos brinda la oportunidad de mantener una comunión constante con nuestro Señor.

La oración no es un simple acto de petición; es un medio por el cual nutrimos una relación cercana con nuestro Padre celestial. En 1 Tesalonicenses 5:17 el apóstol Pablo nos exhorta: “Orad sin cesar.” Al orar a lo largo del día, establecemos una comunión continua con Dios, experimentando Su presencia en cada paso que damos.

III. La Efectividad de la Oración

El Salmista declara que cuando invoca a Dios, el Señor lo salva. De aquí desprendemos la tercera lección trascendental: la oración es efectiva, poderosa y transformadora.

Dios no solo escucha nuestras oraciones, sino que también responde de acuerdo a Su soberana voluntad. Aunque las respuestas a veces pueden demorar o tomar formas inesperadas, debemos confiar en que Dios siempre obra para nuestro bien. Santiago 5:16 nos recuerda: “La oración eficaz del justo puede mucho.” Nuestras oraciones, cuando son guiadas por la fe y la sinceridad, tienen un impacto real en el mundo espiritual.

Conclusión

Queridas hermanas, nunca subestimemos el privilegio de la oración. Es nuestro enlace divino con el Dios Todopoderoso, nuestra oportunidad de mantener una comunión constante con Él y una herramienta poderosa para obtener Su guía y ayuda en cada aspecto de nuestras vidas.

Oremos juntas por la gracia de Dios para que valoremos y aprovechemos plenamente este regalo celestial de la oración. Sigamos el ejemplo del Salmista al clamar a Dios en todas las circunstancias de la vida, confiando en que Él siempre está dispuesto a escucharnos y responder.

En el nombre de Jesús, amén.

© Hilda T. Hernández. Todos los derechos reservados.

Predicas Bíblicas … Mensajes Cristianos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio