Cuida tu mente

Predicas Cristianas

Introducción

Cuanto más tiempo estudio, conozco, y sirvo a Dios, más me doy cuenta de lo importante que son los pensamientos, y las palabras, en la vida de un cristiano, veo que sin importar el conocimiento que tengamos, lo verdaderamente importante es la apertura de nuestra mente pues siempre hay muchas cosas que aprender y las que sabemos es importante volverlas a ver.

Como cristianos, en la mente debemos poner un control, y quien debe controlar la mente del cristiano es el Espíritu Santo para que nuestros pensamientos sean solo los autorizados.

Los malos, los pensamientos que el diablo quiera poner en nosotros pueden estar volando sobre el árbol pero lo que no hay que dejar es que hagan nido. Cuidado con esto porque después ponen huevos y nacen pensamientos de la misma especies, de la misma naturaleza, por eso es que hay que tener cuidado con lo que alimentamos nuestra mente, porque todo lo que entra a nuestra mente sale con una acción.

La palabra de Dios

1 Corintios 2:6-16Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”.

Reconociendo a Dios

La mente cristiana reconoce a Dios como la realidad suprema y el hecho de que la Biblia se centre en Dios son indispensables para la mente cristiana, ya que casi se podría decir que es la autobiografía de Dios pues allí se revela explícitamente a sí mismo, describiéndose como Creador y Señor, como Redentor, Padre y Juez, por lo tanto, la verdadera mente cristiana es una mente centrada en Dios.

Las predicas cristianas y estudios biblicos nos enseñan que si la mente cristiana es una mente centrada en Dios, es también una mente humilde. Mientras que la mente del hombre sin Dios está llena de orgullo, soberbia, egoísmo, y mezquindad como bien podríamos en Nabucodonosor, (Daniel 3:5), quien mandaba que “al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado”.

Las predicas cristianas y estudios biblicos nos revelan que él pedía para sí mismo el poder, el reino y la gloria. Pero el juicio de Dios cayó sobre él perdiendo su reino, echado del palacio, y su estatua destruida, para finalmente enloquecer. Pero todas sus cosas se le restituyeron cuando reconoció que el Dios altísimo reinaba sobre los reinos de los seres humanos, y con humildad adoró a Dios.

Debemos cuidar nuestros pensamientos

Las predicas cristianas nos enseñan que debemos cuidar lo que estamos pensando, porque los problemas de muchos cristianos tienen su raíz en patrones de pensamiento, donde Satanás ha colocado ideas torcidas. Entonces, debemos saber identificar cuáles son aceptables para el Espíritu Santo y cuáles no:

pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo2 Corintios 10:3-5

Conocer la palabra de Dios

Está claro, tenemos que conocer bien la palabra de Dios para ser capaces de pensar como el Señor lo hace. Pues el enemigo coloca pensamientos que nos mantienen atados, y es ahí donde debemos pelear la buena batalla de la mente.

Lo importante es no presentarle argumentar al enemigo para discutir con el que nos ofrece teorías, y razonamientos que nos llevan a apartarnos de Dios, siendo que lo que debemos hacer es llevar cautivos nuestros pensamientos a la obediencia a Cristo, obedeciéndole solamente a Él.

Tengamos entonces claro que cualquier pensamiento que no este de acuerdo con la palabra de Dios, no es de Dios, y que cuando uno empieza a controlar lo que piensa, comienza a pensar como Dios piensa.

Es ahí que vamos a poder caminar conforme al plan de Dios para nosotros; con esos pensamientos que buscan de sacarnos del plan de Dios. Lo que debemos y tenemos que hacer es aplicar la palabra de Dios renovando nuestra mente.

Entendimiento

Los seres humanos tienen entendimiento, por lo que el Señor les dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos. No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimientoSalmos 32:8-9;

El uso correcto de nuestra mente produce al menos tres beneficios, primero, glorificar a nuestro Creador que nos hizo seres racionales a su imagen y semejanza, esperando que usemos nuestra mente para recibir su revelación a través de Su Palabra, entendiendo que al leerla estamos pensando los pensamientos de Dios como Él quiere.

Segundo, enriquece nuestra vida cristiana hablando de nuestro discipulado cristiano ya que ningún área de la vida cristiana es posible sin el uso de nuestra mente, pues alabar es amar a Dios con todo nuestro ser, incluso con nuestra mente, y la fe es la confianza en la manera en que Dios nos guía a través de Su Palabra y revelación.

Y tercero, fortalece nuestro testimonio al evangelizar, ya que ellos tienen una idea preconcebida de que el evangelio no es suficientemente amplio como para aplicarse a la vida real, y es ahí cuando tenemos que recordar cómo evangelizaban los apóstoles razonando con la gente, y que basándose en las Escrituras muchos fueron persuadidos.

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José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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