El diablo puede tentarte usando tu fe

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas.. Lectura Biblica: 1 Pedro 5:2-9 “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”.

Introducción

Las acciones del enemigo en contra de quienes están en el camino de Dios son varias y especialmente tratan de corromper la forma como se practica la fe. Lo que no necesariamente significa llevar al creyente a abandonar lo que supone que es la fe.

Por ejemplo, haciendo decaer el amor pero dejando que la persona siga teniendo la sensación de que es fiel a la Palabra, y así logra estancar un ministerio, don, o talento pues no lo desarrolla ni le sirve a la obra de Dios.

Trampas piadosas que si el cristiano no está atento puede caer fácilmente. Y de ahí la necesidad de una constante comunión, lectura, y estudio de la Palabra para revisar cómo uno está viviendo su fe.

El diablo intenta engañarnos

El diablo intenta engañarnos con promesas falsas y vacías centradas en la mentira de que estaremos más felices y más satisfechos si pecamos o negamos parte de la verdad, donde muchos caen sin darse cuenta que cualquier placer mundano que viene con el pecado es sólo pasajeros, como sucede con el alcohol o la droga.

La realidad es que los seres humanos sin Cristo siguen amando las promesas vacías y ponen en ellas toda clase de falsas esperanzas, tal como pasa con los brujos y curanderos. O el asesinato de un niño a través del aborto se convierte en elección o libertad reproductiva como la participación en la sodomía es ser gay.

Escondernos la verdad

El enemigo siempre trata de confundirnos y por esto escondernos la verdad sobre nuestras propias acciones como una manera de evitar la verdad o inventar excusas para entretenemos y no ver la realidad, evitando insistir en que nosotros nos comportamos bien y vivimos de acuerdo a la verdad,  que es nuestra verdad pero no la de Dios.

A la destrucción de nuestra fe la llaman ser anticuados, mente cerrada, o ignorancia, para dejar habilitada la fornicación como convivencia, y redefinir el matrimonio creado por Dios para generar el matrimonio igualitario. Y así, a través rótulos falsos el diablo nos engaña haciendo parecer como normal lo que Dios llama pecaminoso.

La verdad de Dios

Lo que el mundo hace no es lo mismo que la verdad de Dios. Se pueden juntar datos para crear puntos engañosos y hacer ver lo malo como bueno, o el pecado como normal, Y de hecho que el pecado es normal para el mundo, pero nunca para el cristiano pues Dios ama al pecador, pero aborrece el pecado.

Una de las oraciones finales de Jesús fue: “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno” Juan 17:22. Porque su obra en la cruz era vencer las divisiones aumentadas por satanás y trabaja para reunificar lo que el demonio divide, entendiendo que el trabajo del diablo de dividir empieza dentro de cada uno, mientras tenemos muchos impulsos opuestos:

“porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí” Romanos 7:19-20.

Muchas cosas ayudan a esta división y el diablo se aprovecha de todas. La ira, el resentimiento, el miedo, el malentendido, la avaricia, el orgullo y la soberbia, para llevar a muchos a abandonar sus matrimonios, familia, e iglesias ya que su meta es siempre dividirnos adentro y dividirnos entre nosotros.

Alejarnos de la meta

El diablo hace todo lo que puede para alejarnos de la meta que tenemos a través de la fe, la obediencia, la verdad, y el amor a Dios, haciendo excesivo el deseo por las cosas pasajeras de este mundo y llevando a muchas personas a afirmar que están demasiado ocupadas para orar, ir a la iglesia, o buscar otras formas de alimento espiritual.

En toda diversión mundana está el diablo que quiere que miremos las cosas menores para evitar concentrarnos en cosas mayores, como son tomar decisiones espirituales y avanzar en la buena dirección de nuestra vida.

Satanás nos mantiene a distancia de Dios al hacernos centrar en algunas cosas que limitan la acción del Espíritu Santo a ciertas actividades.

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