¿Qué nos enseñan los niños?

¿Cómo es un niño?

Un niño es explorador; un niño se aventura y experimenta cosas nuevas, no se queda con un solo estilo o forma, sino que se atreve a intentar siempre cosas nuevas; los expertos dicen que un niño nace sin el sentimiento de temor; un niño no teme a la oscuridad, a las alturas, a las texturas diferentes, a los sabores raros; somos los adultos quienes nos prejuiciados con nuestras malas experiencias y temores; pero Jesús quiere que no atrevamos a ser nuevos cada día. ¿Cómo es un niño?

Un niño vive el presente; pues los niños tienen una idea del tiempo muy diferente a la de los adultos; para los pequeños entender el mañana les resulta difícil; mientras que muchos de nosotros estamos preocupados por el futuro y mucho menos se la vive rumiando por el pasado. ¿Cómo es un niño?

Un niño es moldeable; hace un momento hacia referencia a un pensamiento del francés Juan Jacobo Rousseau quien nos dice que los niños nacen buenos; pero es la sociedad, el ambiente quien interviene a su favor o en su contra.

Cuando el niño es pequeño tiene un enorme potencial de aprender y moldeo; pues citando nuevamente a los expertos; estos afirman que lo que suceda durante los primeros 4 años de vida; estos pueden determinar el futuro; pues sus mentes y corazones con como arcilla fresca en manos de los padres; así mismo el creyente debe ser barro en manos del Señor y estar dispuesto a dejarse moldear por su hacedor.

¿Cómo son los niños?

Los niños son humildes; un pequeño no se avergüenza por no saber algo; esto podemos verlo en esta etapa cuando su pregunta más habitual es ¿Por qué? Y admiten su ignorancia, pero con la visión de saber la respuesta; sin embargo los adultos nos volvemos en soberbios creyendo saber todas las respuestas; más cuando se es padre; pues hay quienes consideran que llegar a ser padres los hace infalibles; pero tenemos que reconocer que si bien nadie nos enseña a ser padres, muy pocos, hacen algo al respecto.

Prefieren esconder su ignorancia de la vida tras la mascara soberbia “de todo lo sé”; pero además nos ensordecemos cuando vivimos independientes de Dios, creyendo que somos nosotros quienes determinamos las cosas; un niño e s humilde pues se deja guiar, reconocer sus limitaciones y nunca busca avergonzar a nadie.

Tiempo y espacio nos falta para seguir describiendo la actitud de un niño; pues lo niños además son espontáneos sinceros, divertidos, etc. Sin embargo lo que ya hemos descrito nos lleva a saber que es lo que Jesús decía a sus discípulos cuando les dice con un niño en el centro “si no cambian y vuelven a ser como niños, no podrán entrar al Reino de los Cielos” (vers. 3 BLA). Aprenda de un niño y cambie; porque solo así entrará en el reino de Jesús.

III. Los niños nos enseñan la verdadera grandeza (vers. 4

Un hombre llevó a su pequeña hija a un parque de diversiones y ella inmediatamente corrió a un quiosco y pidió un algodón de azúcar. Cuando el dependiente le entregó una inmensa bola de algodón, el padre le preguntó: «Cariño ¿Estás segura que puedes comértelo todo?» «No te preocupes, papá» le respondió ella. «Soy mucho más grande por dentro que por fuera». Los unos de los discípulos de Jesús estaban convencidos de que eran grandes, por el simple hecho de haber presenciado la transfiguración; a sus ojos Pedro, Juan y Jacobo, se sentían con el derecho de decirles a los 9 apóstoles restantes que ellos eran inferiores.

Pero Jesús les dio una sopa de su propio chocolate, al responder, tomando a un pequeño niño en su brazos y colocándolo en el centro de la discusión y afirmar que “cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos” (vers. 4). Jesús les esta diciendo a estos soberbios adultos, que tiene que ser como un niño, que deben que tener la grandeza de un niño.

Tenemos que saber que aunque en la cultura hebrea, los niños eran considerados bendiciones, dones y herencia de Dios (Salmo 127) en la praxis de su vida, los niños como las mujeres eran estimados por muy poco; tan es así que cuando se pensaba en términos de contar, las mujeres y los niños no contaban en sus listas.

En nuestros días la voz de los niños todavía no es escuchada por muchos, algunos sueñan con el día que el niño diga sus primeras palabras, pero cuando ya habla queremos que se quede calladito. Si, Jesús les dice que los niños son más grandes que los adultos, su actitud y su posición delante de Dios es aún más grande que la de cualquier adulto.

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Predicas Biblicas
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