Cristianos por conveniencia

Reflexiones Cristianas

Reflexiones Cristianas.. Texto Biblico: 1 Corintios 13:5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;

Como cristianos queremos pensar que procuramos lo mejor para el cuerpo de Cristo, a veces pensamos que las cosas que pedimos en oración están de acuerdo con la voluntad de Dios, pero la dolorosa realidad es que no siempre es así.

En esta reflexión me quiero enfocar en la parte del versículo que dice: “no busca lo suyo”. Esta simple frase tiene una gran profundidad y a la vez es tan difícil de cumplir, pero es una de las cualidades del verdadero amor.

¿Como saber si estoy orando a mi conveniencia?

Es cuando nuestras oraciones se comienzan a poner un poco demandantes, comenzamos a pedir cosas que pensamos que están bien, que no ofenden a Dios, y en especial cuando comenzamos a darle órdenes a Dios, o “a querer torcer el brazo de Dios”. Es ahí donde comienza un espíritu de egoísmo que se manifiesta como una agresividad pasiva al momento de orar y expresarnos.

Esto es muy diferente a la fe, pues la fe cree y espera en la voluntad de Dios (y esto significa lo que Él decida).

Érase una vez, un país muy importante (en algún lugar del mundo), estaba a punto culminar las elecciones presidenciales, había muchos candidatos, todos por supuesto con un mensaje de cambio, cambios para mejorar la salud, cambios para mejorar la vivienda, cambios de todo tipo.

Había en particular dos contrincantes que estaban a la cabeza de la lista, estos dos candidatos tenían propuestas muy opuestas. En algunas cosas coincidían, pero éstas serían mínimas.

Las grandes diferencias estaban en cosas como la libertad de culto, libertades de género, Inmigración y el aborto.

Candidato “A” quería reducir la libertad de culto, alegando que muchas religiones y congregaciones (incluyendo a los cristianos evangélicos) estaban en contra de las decisiones de muchos ciudadanos alegaba que las reglas de las iglesias estaban en contra de las decisiones de la mayoría de los ciudadanos, como por ejemplo la decisión de abortar, la decisión de cambiar de género, contraer matrimonio (dos personas del mismo género) y así sucesivamente.

Sin embargo, candidato “A” tenía una excelente ley migratoria, tenía un excelente plan para ayudar a refugiados y también un buen plan para reducir impuestos.

Candidato “B”, tenía una propuesta un poco diferente, éste no tenía nada que ver con prohibiciones a las religiones e iglesias. Por el contrario, tenía un plan para traer derechos que con el tiempo se le había sido quitados a la iglesia.

Sin embargo, no tenía unas reglas tan amigables en cuanto a inmigración, este candidato pensaba que el país necesitaba más orden en todos lados y en todas las áreas para reducir la deuda externa.

El candidato también incluía una negación total al aborto, y a los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Este candidato no era tan elocuente, tampoco el más cuidadoso al momento de elegir sus palabras y ni hablar de su pasado…

Todo lo contrario, al candidato “A”, pues este, evidentemente tenía una lengua de plata, era todo un diplomático, y poseía un carisma sin igual. sabía que decir y cómo decirlo, su mensaje cambiaba depende quién estuviera escuchando y había una cortina de humo detrás de todo lo que se decía.

La gran mayoría de creyentes en dicho país, estaban casi, casi 100% al lado del candidato “A”. Todo lo que sus oídos escuchaban era; se nos entregará más dinero en la declaración de impuestos y habrá mas oportunidades migratorias, también es humano el ayudar y recoger refugiados.

Esta historia definitivamente es una muy polémica, (y es solamente eso una historia para ponernos a meditar) pues envuelve un tema tabú para los creyentes “La política”, sin embargo, en 1 Timoteo 2:2, Dios nos manda a orar por nuestros gobernantes, (Reyes y los que están en eminencia).

Sinceramente hay que preguntarse: ¿cuántas veces he pensado yo lo mismo?, ¿cuántas veces he estado a favor del que está favoreciendo mi billetera y mis intereses, aunque el precio sea violentar las leyes de Dios?

Este ejemplo es nada más para llevarnos a pensar en ¿cómo estamos orando? ¿Por qué lo estamos haciendo? ¿Cuál es la verdadera motivación detrás de lo que queremos y buscamos?

No siempre que la Iglesia esté llena es la voluntad de Dios, no siempre que la billetera esté llena es la voluntad de Dios. Colosenses 3:1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.”

© Elena Torres. Todos los derechos reservados.

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