Cómo vencer la ansiedad

Bosquejos Bíblicos

Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Cómo vencer la ansiedad

Bosquejo Bíblico Texto Biblico: 1 Pedro 5:6-9

Introducción

Todos hemos sentido ansiedad. La ansiedad es ese sentimiento de desesperación, y de temor a las cosas del futuro. Normalmente, se presenta como un deseo incontrolable, que domina todos nuestros pensamientos y acciones. Y del cual no es muy fácil deshacerse.

¿Quién no ha sentido por los acontecimientos futuros? Una decaída económica en nuestro país, o una mala noticia. El diagnóstico de una enfermedad grave, o la sospecha de una infidelidad conyugal, o las consecuencias de una mala decisión. La pérdida de un trabajo importante, o cómo solucionar la presente situación financiera.

¡Todos nos hemos llenado de pavor ante tales situaciones! Sin embargo, en este pasaje Dios nos ofrece una solución consoladora para nuestras preocupaciones. En bosquejos bíblicos, veremos lo que el apóstol Pedro tiene que decirnos sobre este pecado.

Desarrollo: Cómo vencer la ansiedad

I. Dios y la ansiedad (verss. 6-7)

a. Dios cuida de nosotros.

Pedro comienza tratando la ansiedad estos hermanos, hablándoles sobre Dios. Lo primero que dice el apóstol es que Dios cuidaba de ellos. Su vida no dependía de ellos mismos. No se pertenecían a si mismos. Su vida estaba al completo control de Dios.

Varios salmos nos recuerdan que el Señor es nuestro Pastor (Salmo 23) y en todo en tiempo es guardador de su pueblo (Salmo 121). El Señor Dios protege a sus hijos, como un padre con un hijo, conoce sus necesidades, y las sustenta (Lucas 11:11-13).

Pedro menciona solamente el cuidado paternal de Dios. Como si eso de por sí fuera suficiente, para que aprendamos a confiar. Confiamos en Dios, no tratando de adivinar o mejorar nuestro futuro como si dependiera de nosotros. Sino confiando en que Dios nos cuida, y nos dará lo que es mejor para nuestra alma.

b. Echando nuestra ansiedad sobre Él.

Por eso, el pasaje es claro en que debemos “echar nuestra ansiedad sobre él” (vers. 7). Esto significa que debemos entregar a Dios todas las cosas que nos angustian. Claro, esto no significa dejar de buscar soluciones a esas cosas. Significa descansar en que Dios tiene el control de todo, y que los resultados y el proceso son suyos. Y sea que empeoren o mejoren, todo será guiado para nuestro propio bien (Romanos 8:28).

c. Esto requiere humildad.

Ahora, el texto dice que hacer esto es una forma de humillación. Porque reconocer que las cosas no sucederán como nos plazca, sino conforme a la voluntad de Dios, requiere humildad. Porque requiere humildad aceptar que todo lo que vivimos viene de Dios, y es para nuestro bien.

II. El diablo y la ansiedad (verss. 8-9).

a. Expuestos a un gran peligro.

Ahora, la ansiedad es una emoción peligrosa bastante peligrosa, porque nos expone al ataque del diablo. Los versículos 8-9 continúan la idea de los versículos anteriores que hablan sobre la confianza en Dios.

El diablo es un león rugiente que anda buscando a quien devorar. El diablo está hambriento, y siempre está al asecho, buscando cómo hacer crecer a los creyentes. Y la ansiedad son como los arbustos de la sábana donde este león asecha secretamente. Si no estamos conscientes de que está allí, y huimos rápidamente, seremos presas fáciles de sus tentaciones.

b. Por qué la ansiedad nos expone a este peligro.

Esto es así porque la ansiedad produce inseguridad en el corazón. O mejor dicho, es una forma de inseguridad y duda en el corazón. Además, que demuestra una falta de dominio propio. La duda a la Palabra de Dios, es uno de los pecados más peligrosos que existen. Por dudar de la Palabra de Dios, nuestros primeros padres pecaron (Génesis 3:1-6).

La ansiedad engendra los siguientes pensamientos en el corazón: ¿Cumplirá Dios sus promesas? ¿Si Dios es Bueno, porque permite que vivamos estas cosas? ¿En serio valdrá la pena serle fiel a Dios, si tengo que sufrir tanto? ¿Será que realmente Dios sabe lo que está haciendo?

Es más, el Señor Jesús llevó este pecado mucho más allá. Demostrando que la ansiedad promueve la codicia en nuestros corazones. Primero hace que nos preocupemos demasiado por las cosas temporales. Y luego, que eso se vuelva lo más importante para nuestra vida. De tal manera, que el reino de los cielos queda a un segundo plano (Mateo 6:25-34). ¡Es peligrosa para el alma!

III. Nosotros y la ansiedad (verss. 8-9)

a. La sobriedad.

Conforme a lo anterior, Pedro nos da unas lecciones prácticas. Lo primero que dice Pedro es que debemos ser sobrios. La sobriedad es sinónimo de dominio propio. Y da la idea de alguien que es controlado, y tiene dominio de sí mismo. Es lo contrario a alguien embriagado. Quienes están embriagados son controlados por el alcohol. Pero quienes no beben, son dueños de sí mismos.

Lo primero que hace la ansiedad es que perdamos los estribos. Nuestras decisiones son apresuradas. Nuestros sentimientos están a flor de piel. Nuestras palabras salen sin control, hiriendo a todo nuestro rededor.

Para vencer la ansiedad, entonces, no debemos permitir que ningunas de esas emociones nos dominen. Debemos controlar el miedo y los temores. Y no tomar ninguna decisión basada en el miedo.

b. El discernimiento y la atención.

Pedro también dice que debemos velar. El velar significa mirar con atención y claridad. Es por eso, que el velar está compuesto de un buen discernimiento y una actitud atenta.

La ansiedad hace que nuestra mente se nuble y no veamos con claridad. Nuestra percepción está guiada por el miedo. Y así, dejamos de estar pendientes de lo que es realmente primordial. Velar es la cura para la ansiedad.

c. La Fe.

Pero entre todas las cosas, la fe es lo más importante para vencer la ansiedad. Esto se deduce de lo que vimos en el punto uno. Nuestra mayor lucha en la ansiedad es sí vamos creer en Él o no. Incluso, Pedro dice que podremos resistir la tentación del diablo, si estamos firmes en la fe en Dios. La fe es el verdadero antídoto para el afán.

Conclusión

Las situaciones que vivimos son difíciles, y deben tomar con seriedad y empatía. Pero la ansiedad es un pecado, que expone nuestra alma a la tentación. Por eso, en bosquejos bíblicos, hoy hemos visto la necesidad de entender estas verdades para vencer todas nuestras preocupaciones. Dios cuida de nosotros, y por eso, debemos confiar en Él.

© Julio Torres. Todos los derechos reservados.

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Julio Torres
Nacido en hogar cristiano, me gusta estudiar la biblia y predicar el evangelio de Jesucristo.

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