La vida en Cristo

Bosquejos Bíblicos

Bosquejos para Predicar Texto bíblico: Lucas 4:1-13

Prédica de Hoy: La vida en Cristo

Introducción

Cuando llegamos al reino de Dios y a su conocimiento, nos damos cuenta cuan indefensos estábamos cuando nos gobernaban las cosas del mundo. Y peor aún, éramos presas fáciles del enemigo. Y cuando nacemos de nuevo Cristo nos da las herramientas para hacerle frente a las pruebas puestas por el mismo enemigo, ya que ya no estamos sólo y huérfanos, sino; que tenemos su ayuda y respaldo porque Él no nos dejará hasta que haya hecho su obra en nosotros.

Cristo semejante a nosotros

Tarde o temprano la tentación llegará a nuestras vidas, tal cual le pasó a nuestro Señor Jesucristo. Él fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado (Hebreos 4:15). La manera en que se enfrentó al tentador en el desierto nos revela algunos de aquellos principios que se hallan en la raíz de toda vida cristiana, y que también nos enseñan algo de lo que se significa vestirse de la «armadura de Dios» (Efesios 6:11).

Veamos con detalle estos dichos relatados en éste hecho de nuestro Señor como características de la vida cristiana:

I. Una vida no de este mundo

«No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (verso 4). «Sólo pan» podría emplearse para designar todo aquello que va a satisfacer los anhelos naturales del hombre.

Es posible poseer todo lo que este mundo puede proveer, y estar sin embargo carente de vida en este sentido profundo y divino. El que es «nacido de arriba» tiene también que recibir su provisión de arriba.

Tenemos que distinguir siempre entre alma y espíritu.

Las cosas materiales darán satisfacción a la vida material y terrenal, pero no a la espiritual. La palabra dice: Él nos dio vida a nosotros, que antes estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. (Efesios 2:1)

II. Una vida de fe

«No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.» Las palabras de Dios son espíritu y son vida, y así vienen a ser alimento del hombre espiritual, al hombre interior (Juan 6:63). «Tu palabra me ha vivificado» (Salmos 119:50).

El profeta Jeremías exclamó: «Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tus palabras fueron para mi un gozo y la alegría de mi corazón» (Jeremías 15:16). La palabra de Dios es siempre dulce para el paladar de la fe. Mientras nos alimentamos de la palabra de Dios la misma fe se alimenta, porque la fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios (Romanos 10:17) aleluya….

III. Una vida de adoración

«Al Señor tu Dios adorarás» (verso 7). Ésta fue la respuesta de nuestro Señor al diablo cuando éste le ofreció a Él «todos los reinos de la tierra habitada» con la condición de que le adorara. La gloria de este mundo que rechaza a Cristo es solo un espejismo del diablo.

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