Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Prédica de Hoy: Cuando el control lo tiene Dios hay protección
Introducción:
El comercio de armas es uno de los negocios más grandes del mundo, porque se tiene la creencia que nos protegen, que guardan nuestras vidas, la soberanía de las naciones y los bienes materiales, pero la verdad es otra, las armas nos alejan de la protección de Dios.
En este bosquejo bíblico quiero que como creyentes reconozcamos el poder de Dios para protegernos aun de nosotros mismos.
Desarrollo:
I. Dios tiene el control absoluto de todo: Hechos 27:1-23
a. El camino es seguro. Hechos 27:1-9 aunque las circunstancias nos muestren lo contrario, porque los obstáculos están presentes a cada momento, debemos confiar que Dios tiene el control de todo.
b. Podemos ver lo que otros no ven: Hechos 27:10-11 nuestro Dios nos permite ver cosas para protegernos y guiar a aquellos que no ven, nuestra tarea hablarles así no acepten nuestro consejo.
II. ¿Qué hacer ante el peligro?
a. El arma más poderosa y efectiva. Hechos 27:23-25 Pablo sabía que su vida y la del resto de la tripulación estaban en peligro de muerte, ¿Qué hacer en contra la naturaleza incontrolable? Usar la única y más poderosa arma jamás entregada a un hombre: la fe.
b. Esperar la respuesta. Hechos 27: 34-36 si tenemos la certeza del cumplimiento de la Palabra de Dios en nuestras vidas necesitamos vivir conforme a esa verdad y esperar con ánimo y buen testimonio el cumplimiento de la misma.
c. No dejarse influenciar por nada. Hechos 27: 29-31 confiar en la protección de Dios exige no confiar en otros, Pablo sabía que el barco no era confiable, que los marineros no creían en lo que él les había dicho y que la tormenta estaba empeorando, pero se mantuvo firme por la Palabra que Dios le había dado.
III. Jesucristo la garantía de protección.
a. Saber a quién pertenecemos y servimos. Hechos 27:23 nos enseña que nuestra protección está garantizada cuando sabemos a quién pertenecemos y a quien servimos, porque solo él puede disponer de nuestra vida, solo él sabe el día y la hora en la que seremos llamados a su presencia y esa verdad nos exige no temer.
b. Escuchar su voz. Hechos 27:25 su voz guía nuestro camino, por eso escuchar su voz debe ser una actitud constante, pedir que nos hable una tarea cotidiana y obedecerla la primera acción en nuestras vidas.
Conclusión:
Los seres humanos tendemos a confiar simplemente en lo que podemos ver, en todo aquello que es evidente ante nuestros sentidos. Nos guiamos por la voz de la experiencia, por la comodidad buscando el camino fácil. Aferrándonos a todo aquello que prometa sacarnos adelante en nuestras difíciles circunstancias, sin tener en cuenta las consecuencias que ello puede traer, o el precio que tengamos que pagar luego por esa ayuda.
Comprometemos principios de vida por instantes de vana certeza, por eso es fundamental confiar en que nuestro Dios tiene el control de todo y que solo él puede cambiar el rumbo de las cosas.
Debemos pedir confiados que nos proteja de todo incluidos nosotros mismos, porque nuestros pensamientos y sentimientos pueden convertirse en nuestro mayor peligro.
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