Bosquejos Bíblicos
Prédica de Hoy: La meta de nuestra fe
Bosquejos para Predicar Texto Bíblico: “..a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas…” 1 Pedro 1:8-9
Introducción
Estas hermosa palabras que pronunciara el Apóstol Pedro a los creyentes en su mayoría judíos que habían sido perseguidos y alejados de sus hogares por su fe en Jesucristo, nos vienen a mostrar el propósito por el cual seguimos al Señor, la salvación de nuestras almas.
Esa precisamente es la meta de nuestra fe, salvar el alma. No es ser prosperados, sanados, honrados por los hombres, vivir una vida de privaciones o hacer grandes sacrificios físicos para agradar a Dios.
¿Quién es el único que pueda dar la salvación al ser humano?
Es Jesús el hijo de Dios, a quien amamos sin haberlo visto jamás, porque no vivimos en su tiempo y solo conocemos de él lo que nos testifican los santos evangelios. ¿Y por qué lo amamos? Lo amamos porque Él nos amo primero, porque Él nos ha dado el perdón de nuestros pecados y a quien se le perdona mucho ama mucho.
Piense hermano, para recibir la salvación que Jesús ofrece, primeramente debemos reconocer que somos pecadores, necesitados del perdón de Dios, perdón que viene a través del amor de Dios para con nosotros “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8
Y es que el hecho de que no le vemos no es impedimento para que creamos en el ya que aquí actúa la fe, certeza de lo que se espera y convicción de lo que no se vé.
“UN POCO DE FE LLEVA EL ALMA AL CIELO, PERO MUCHA FE TRAE EL CIELO AL ALMA” Carlos Spurgeon
Nuestra fe en la obra de Jesús nos da el acceso directo a la presencia de Dios
Pero que diferente es cuando nuestra fe llega al nivel de mover las montañas o de caminar sobre las aguas, justo ahí se encuentra la diferencia entre una vida cristiana victoriosa y una de derrota.
Es necesario caminar en la vida sabiendo que no estamos solos, Dios está a nuestro lado y con él no hay prueba, tribulación, necesidad ni adversidad que nos pueda separar de su presencia, ni nos pueda quitar el gozo.
Pero tenemos un motivo para alegrarnos con gozo inefable y es la certeza de que un día le veremos cuando el Señor regrese en gloria. “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá” Apocalipsis 1:7 Solo esta esperanza es la que nos puede motivar a hacer frente a las situaciones de la vida.
Conclusión:
Pedro le escribía a creyentes que se estaban enfrentando a grandes pruebas; personas que se encontraban lejos de su tierra, segregados por su fe, incriminados injustamente por las autoridades romanas de cargos que no habían cometido.
En fin las cosas estaban difíciles, pero debían recordar el tesoro más grande que cualquier hombre pueda atesorar y es el gozo y la alegría que produce tener a Jesús en el corazón. Y ya sabemos que esta salvación que el ofrece es la meta de nuestra fe, la corona que anhelamos recibir cuando terminemos la carrera de la vida.
© Pedro Luque López. Todos los derechos reservados.
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