Poder y peligro de la lengua

Estudios Biblicos

Santiago 3:1-18

Las instrucciones de Santiago acerca de la verdadera sabiduría y el control de la lengua, declaran que los cristianos debemos evitar las palabras que no edifican y vivir bajo la sabiduría de Dios.

Santiago quiere advertir a sus lectores de tres asuntos muy peligrosos (1) las e enseñanza (3:1-2) (2) la lengua (3:2-12) y (3) la sabiduría humana (3:13-18).

En este capítulo el autor dice que tanto el hablar como las relaciones entre los hombres, deben estar de acuerdo con la ética del creador. Da atención a la manera de hablar del hombre de Dios. Santiago se refiere a:

1. El poder de la lengua (Santiago 3:1-5)

Santiago utiliza la figura de la lengua para ilustrar el don de hablar que Dios puso en el hombre. Señala que la lengua es una parte muy pequeña en el cuerpo humano, sin embargo, su tamaño no debe engañarnos porque su poder e influencia pueden ser enormes.

Nos hagáis muchos maestros: la enseñanza era una profesión de gran valor y respeto en la cultura judía. Santiago advirtió que, aunque es bueno aspirar a enseñar, la responsabilidad es muy grande porque sus palabras y ejemplos afectan la vida espiritual de los demás.

De ninguna manera el autor esta restringiendo el ministerio de de enseñar, más bien está haciendo hincapié en que para ejercer ese don es necesario tener una preparación adecuada. Por eso el maestro está sujeto a juicio más severo.

Vers. 2. porque todos ofendemos muchas veces. Es importante tanto lo que usted dice como lo que no dice. Se debe estar consciente de que todos ofendemos en muchas cosas y todos erramos. Los maestros también, pero al mismo tiempo deben cuidarse de cometer errores. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

La apropiada manera de hablar no es decir solamente las palabras correctas en el momento oportuno, sino que también incluye controlar los deseos de querer decir lo que no debe. La idea no es que una persona nunca cometa errores, pues la perfección total solo se alcanzara cuando lleguemos a la presencia de Dios.

Pero Santiago dice que este tipo de persona que no ofende habitualmente es maduro. Es capaz de controlar su lengua, es decir su hablar. Ejemplo del mal uso de la lengua incluye las murmuraciones, el menospreciar a otros, la manipulación, la enseñanza falsa, las exageraciones, las acusaciones, y la mentira.

Verss. 3-5. en este párrafo el autor apela a las situaciones de la vida diaria para ilustrar su enseñanza. Señala que así como el freno en la boca de los caballos tiene la función de controlar toda su potencia, el dominio sobre nuestro hablar indica la capacidad de controlar el resto de nuestros ser.

El otro ejemplo que usa Santiago  es el control que el piloto de una embarcación ejerce a través de un simple y pequeño timón. Ese control determina el control de la nave. La lengua siendo un órgano muy pequeño realiza una función muy importante. Por eso el mal uso de ella por descuido es tan destructivo como un incendio forestal.

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Juan Carlos Jimenez
Servidor de Jesucristo por su gracia.

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