El pan del cielo…milagros, prodigio y señales.

Al día siguiente de la toma de posesión de la misma ceso este portento. El maná fue trigo venido del cielo y es llamado “pan de ángeles” es con mucho la mejor manifestación del cuidado providencial de Dios para con los que reconoce como hijos suyos. Éxodo 16:4; Éxodo 16:14; Números. 11:7; Salmos. 78:24; 1 Corintios. 10:3.

Este mismo cuidado nos lo dispensa también hoy a todos los creyentes, por eso hacemos como propia las palabras del Salmo 121 que dice: “El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche”, y no es que no sintamos los abrazadores rayos del sol o no experimentemos el frío que acompaña el sereno de la luna, sino que podemos pasar por cualquier “desierto” en la vida y no seremos abandonados por Dios, quien tampoco dejo a los israelitas. Pero mucho más privilegiados nos sabemos por haber comido del verdadero pan del cielo; Jesucristo porque hemos comido de su carne y bebido de su sangre, ya que dijo: “mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.”, Juan 6:52.

Estas palabras de Cristo han encontrado tres interpretaciones dentro del mundo cristiano. La Iglesia Católica enseña que literalmente se come del cuerpo y se bebe la sangre de Cristo. A esta doctrina se la conoce como la Transustanciación, y en la misma se enseña que solo el sacerdote católico tiene la licencia de realizar el cambio sustancial del pan y el vino de las especies, en lo que ellos creen.

Las iglesias de la Reforma lo creen de dos posibles maneras.

La iglesia Luterana tiene una condescendencia a la doctrina católica de la misa, y habla de una Consustanciación, es decir ellos creen que Cristo está unido a las especies de la ordenanza o sacramento. Las iglesias Reformadas, Presbiterianas y o calvinistas, así como las Iglesias Evangélicas y sus derivados, confiesan ser más semióticas y lo admiten como símbolos del sacrificio expiatorio del Redentor.

De todas formas, al igual que Pablo nos indicó que en sus días algunos predicaban a Cristo o por contienda o de verdad, (y su conclusión consoladora nos da una salida salomónica), pues él dijo como conclusión, no obstante Cristo es predicado; a lo cual nosotros también decimos: todos comemos singularmente del Cuerpo y bebemos de la Sangre de Cristo.

Y no es que no tengamos despejado el asunto pues El Señor Jesús fue muy claro en Juan 6:35, es solo que no queremos espantar a cualquier lector de las verdades aquí presentadas, sobre todo porque creemos que estamos viviendo los tiempos más difíciles de la historia de la iglesia de discernir la verdad en donde cualquiera puede ser engañado como nos lo advirtió el Salvador quien dijo que estos falsos profetas y falsos cristos o ungidos, (nótese que la palabra “cristo” significa “ungido”) que con sus señales, prodigios y falsos milagros, engañarían si fuere posible aun a los escogidos de Dios a los cuales va dirigido estos escritos.

Asegurémonos de vivir cada día en total comunión con nuestro salvador y creer con certeza en aquel Pan de Vida que descendió del cielo.

Redactado por: Erick Principal

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