Mensajes Cristianos
“También se parece el reino de los cielos a un comerciante que andaba buscando perlas finas. Cuando encontró una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró”. (Mateo 13:45-46)
El valor en el texto lo tiene la perla y Dios nos compró con la preciosa sangre de Cristo (1 Pedro 18:21) por lo que deja ver que somos seres humanos valiosos
Estamos en una sociedad cada día más exigente y podemos a veces pensar que no somos tan valiosos. Para poder triunfar debemos tener claro el valor que tenemos, es algo fundamental para llegar a nuestras metas.
Tu valor no te lo da tu entorno, tu autoestima viene de tu creador. Para poder tener un proyecto de vida, lo primero que debemos afirmar es que somos valiosos e importantes para nuestro creador.
Para afirmar este concepto es importante reflexionar sobre:
- Como me veo yo Es la forma como me percibo en lo físico, pregúntate, ¿te sientes atractivo o feo?, ¿Te comparas con los demás?.
Hay que tener cuidado en creer que el éxito está ligado a la belleza y el querer cambiar o mejorar alguna parte de mi cuerpo sería feliz.
Escuchemos más la voz del Señor y no de las personas que a veces sin intención quieren hacernos sentir mal, tú eres único (a) e irrepetible y como todas las personas con defectos y virtudes.
Los medios de comunicación, la tecnología nos hacen creer que debemos tener una determinada apariencia para estar a la moda. Nuestros jóvenes son muy influenciables con ello y los podemos ver hablando o vistiendo de determinada forma como su artista favorito por ejemplo, pero la autenticidad, el ser genuino sin compararnos con nadie te hace más valioso.
Hermano piensa cuáles son tus cualidades, comparte con personas que te hacen sentir bien contigo mismo, si crees que tienes algo que no te gusta, piensa que para otras personas es agradable.
Que tanto me quiero, sino me percibo bien, tampoco me voy a querer. Reflexiona sobre ¿Qué tanto te quieres?, ¿Te valoras?, ¿Qué sientes de ti mismo?, ¿Qué crees que los demás piensan de ti?.
Si nos queremos a nosotros mismos podemos amar a los demás, lo contrario sería, sino me quiero no puedo amar a los demás, ahí hay un principio para los jóvenes cristianos o adultos que tienen un noviazgo, para que no termines engañándote.
Si me amo, no podemos estructurar mi vida con base al otro. La motivación es un proceso interior y tu felicidad depende de Jesús y de ti.
¿Sabías que las personas insensibles, generalmente tienen baja autoestima? Porque si no le duele su dolor, no le duele el de nadie.
Las personas que quieren mostrarse como victimas siempre, no asumen sus propias equivocaciones. Debemos ser personas capaces de construir nuestro propio proyecto de vida y no acepte que nadie sienta lastima de ti.
Nosotros somos dueños de nuestra vida y no podemos escudarnos que es voluntad de Dios. Porque Él dice en su palabra que seamos esforzados, valientes y desea lo mejor para nosotros.
Quererme significa no mendigar amor, ni cariño, el que te quiera es porque te merece y se lo ha ganado.
De que me creo capaz, es que tanto confió en mí, reflexiona sobre ¿Qué no me creo capaz de lograr?, ¿Piensa si otras personas son capaces de lograr algo que tú no podrías?
El Señor nos dio dones, pero hay que tener disciplina y esfuerzo para salir adelante y lograr tus metas. Estamos llamados a ser eficaces y confiar en sí mismos.
El confiar en nosotros mismos, hace parte de amarnos y aceptarnos. No le temas a los retos, da saltos de fe y cree en ti, esfuérzate para cumplir tus sueños.
Colócate metas u objetivos diarios y lucha para alcanzarlos.
Hermanos si crecen en esos tres conceptos serán mejores personas. Somos capaces de trascender, mira más allá de lo que ven los ojos, El Señor te guiara en el camino si vas de su mano.
¡Dios los bendiga!.
© Jose R. Hernandez. Todos los derechos reservados.
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