Mensajes Cristianos
Lectura Biblica
Génesis 19:22-26 “Date prisa, escápate allá: porque nada podré hacer hasta que hallas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad Zoar. El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar. Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. Entonces la mujer de Lot, miró atrás, a espaldas de el, y se volvió estatua de sal.”
Introducción
Los ángeles le ayudaron a Lot y a su familia a salvarse de la destrucción de Sodoma y Gomorra, los ángeles le dieron una orden, vers. “Escapa por tu vida; no mires tras ti. Ni pares en toda esta llanura, escapa al monte, no sea que perezca.”
Aquí vemos la desobediencia de la mujer de Lot (vers. 26), quien sufrió el castigo por no obedecer, y mirar atrás, volviéndose en una estatua de sal. La palabra nos enseña claramente el justo juicio de Dios, que en el tiempo del fin se cumplirá, sin lugar a dudas.
Dios nos enseña de la separación del mundo, del pecado y de la muerte. Él nos muestra el mismo infierno al hacer llover sobre estas ciudades pecadoras azufre y fuego desde los cielos. El pecado de la mujer de Lot no fue una simple mirada atrás, sino la actitud del corazón y los deseos del mundo que la embriagaban. Los efectos que estaba perdiendo pudieron más que la salvación que Dios le estaba ofreciendo.
Jesus te toma de la mano
No sé cual será tu condición espiritual, pero en este día Dios quiere revelar Su verdad a tu corazón. La única verdad es el Señor Jesucristo para tu salvación. Hoy Jesús te está tomando de la mano, como aquellos ángeles tomaron a Lot y a su familia para librarlos de la muerte y la destrucción.
Jesús toma tu mano para sacarte del mundo, librarte de las garras de Satanás y las llamas del infierno, de la destrucción, la tentación y la esclavitud del pecado, te está entregando la salvación y vida eterna (Gálatas 1:4).
Deja el pasado en el pasado
No mires hacia atrás, no tengas nostalgias por las cosas que dejaste atrás. Deja de perder tu tiempo, no te distraigas en cosas que no aprovechan, no descuides tu salvación, no te detengas hasta llegar a tu ciudad celestial.
Jesucristo es tu único refugio, solo en Él estarás seguro, no tendrás miedo alguno, dormirás tranquilo, no habrá nada que te aterrorice. No te extraviarás ni perderás el camino, andarás en Su luz y en Su salvación. Jesucristo ha preparado para ti una morada en la patria Celestial (Filipenses 3:20).
Prosigue a la meta, al supremo llamamiento, no mirando las cosas que dejas atrás, sino extendiéndote a lo que queda por delante , las cosas que tienes por alcanzar (Filipenses 3:13-14).
El precio del pecado
La mujer de Lot tuvo que pagar el precio del pecado con la misma muerte al volverse a mirar hacia atrás, a pararse de la carrera de la salvación. Esta horrenda destrucción que sufrió dejó claro ejemplo del infierno que les espera a aquellos que no alcanzarán la misericordia ni el favor de Dios.
Pero tu has sido llamado por el gran amor del que te amó y a entregado su vida para tu salvación, y de todos los que en Él creen no se pierdan sino que tengan vida eterna (Juan 3:16). No mires atrás, no sea que la tentación y el pecado te alcance, y seas atrapado por los deleites y afanes de este mundo. No vuelvas a edificar las cosas que destruiste, y pongas en peligro tu salvación (Gálatas 2:18).
Conclusión
Es mi oración que este breve mensaje cristiano te haya hecho reflexionar. Si tu condición espiritual es correcta y estas avanzando en el camino, aún te queda por recorrer para ganar la corona que Cristo tiene preparada para ti y no perderla (Apocalipsis 3:11).
De lo contrario, si tu condición espiritual no es lo suficientemente buena y tienes que hacer una corrección en tu vida espiritual, te aconsejo que revises tu vida. Es mi oración que Dios te dé luz , y te muestre Su verdad, para que cuides con temor y temblor esta salvación tan grande y maravillosa que Cristo te ha regalado (Filipenses 2:12).
Extiéndete a lo que queda por delante, no mires atrás. Tu no eres de los que retroceden, de aquellos que no le agradan a Dios. Tu eres de los valientes que siguen adelante avanzando hacia la eternidad (Hebreos 10:38).
Que nuestro Señor Jesucristo te de las fuerzas y el poder para alcanzar lo eterno, no las cosas que se ven, que son temporales, sino las cosas que no se ven pero que son eternas y seguras.
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