Su obra expiatoria no será en vano, sino que dará frutos de santidad en nuestras vidas, amada la hora de la venida del Señor está cerca, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu y sigamos adelante en el camino de santidad que Dios nos ha trazado para nuestra salvación 2 Corintios 7:1 “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”, Efesios 5:11 “Y no participéis en la obras infructuosas de las tinieblas, sino mas bien reprendedlas”.
Tenemos plena conciencia de que somos más que vencedores en Cristo Jesús, debemos activar en nosotras todas las armas poderosas que están en nuestras vidas, poner a funcionar las armas del Espíritu en nosotras en el nombre de Jesucristo, con ellas activas desbarataremos ejércitos del mal, destruiremos fortalezas, pondremos límites al enemigo y desbarataremos sus maquinaciones.
El diablo no te puede vencer
El diablo jamás podrá vencer a sus hijas que amamos a Dios, conocemos su voluntad, deseamos y anhelamos cada día agradar al que nos llamó para salvación; estar sujeta y sometida a su voluntad obediente a su palabra, revestidas de su presencia, el enemigo de nuestras almas retrocederá y huirá y con él todos los espíritus del mal, por el poder de Dios en nuestras vidas; Santiago 4:7 “Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.
Amada nos se cuál es la tentación que te atrae, no hay tentación que nosotras no podamos resistir en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, no en vano tenemos el poder del Espíritu en nosotras, aunque la carne es débil, el Espíritu de Dios es fuerte;
1 Corintios 10:13 “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”
Santiago 1:12 “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”.
No se cuál es el vicio que te quiere dominar, amada nosotras sabemos que si dejamos que el Espíritu de Dios domine y someta la carne, los vicios, los malos deseos, la inclinación de la carne, los malos pensamientos, todo lo podemos destruir en nuestras vidas, sometidas a Dios en su temor y obediencia a su palabra tenemos poder en el nombre de Jesús para echar fuera todo lo malo de nuestras vidas; no permitir al enemigo dañar nuestra alma y corromperla. Nosotras dominamos las malas inclinaciones de nuestro corazón en el temor a Dios con la ayuda de su Santo espíritu.
No se cuál sea la debilidad que te atormenta o el pecado que te persigue; debemos tener esto en mente: “Si Dios es con nosotras quién contra nosotras”.
Aquél que nos llamó a salvación no nos dará también todas las fuerzas necesarias, las armas del Espíritu, toda inteligencia, coherencia, sabiduría y poder en el Espíritu para batallar contra las fuerzas del mal y debilitarlas, aplastarlas y destruirlas en nuestras vidas, porque la carne debe estar sometida al Espíritu de Dios para estar firmes y desbaratar las maquinaciones y las asechanzas del enemigo y NO, por siempre no le dejemos lugar al diablo, a la carne, al pecado, al mundo, a las tentaciones, ni aún que se acerquen a nosotras, no hay lugar en nosotras para las obras infructuosas de las tinieblas, porque nuestro cuerpo no nos pertenece es de Dios que nos dio la vida y debemos cuidarlo porque en el mora el Espíritu de Dios; 1 Corintios 6:19-20 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cuál está en vosotros, el cuál tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues a Dios, en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
Jesús viene por su iglesia
Él está a las puertas y es por esto que Dios nos está llamándonos a santidad y nos ha entregado a su Hijo Jesucristo para que podamos vivir en santidad, tomando fuerzas y poder en el Espíritu de Cristo para ser más que vencedoras en su nombre Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” .
Amada; es posible, todo es posible si tenemos a Cristo como nuestro Señor podemos llevar una vida en santidad, no le permitamos jamás al enemigo que toque nuestras vidas; corramos en los momentos de peligro a los brazos de nuestro amado Señor Jesús y él nos cubrirá de todo mal y guardará por siempre nuestra alma para salvación y vida eterna. ¡Si se puede vivir en santidad! Y debemos buscar andar en santidad agradando a Dios por siempre, Dios mismo nos guardará en santidad.
Jesús nos dice: “He aquí vengo pronto y mi galardón conmigo”.
Somos más que victoriosas – Parte II
© Elena Torres. Todos los derechos reservados.
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