El gozo en Dios

Mensajes Cristianos

Prédica de Hoy: El gozo en Dios

Mensajes Cristianos Texto Bíblico: Nehemías 8:10

Introducción

¿El gozo en la vida del hombre depende de qué?

El gozo es la intensidad de los sentidos, propio de los seres humanos ya que es una inmensa alegría que los invade, pero depende de muchas cosas internas y externas en la vida de cada uno.

En nuestra vida de fe, el gozo (del latín glaudium) hace parte del fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22). Más que un estado de ánimo propio de los sentidos, es una virtud del Espíritu Santo que imparte al hijo de Dios.

El gozo en Dios, virtud de su Espíritu Santo

Según algunos estudiosos del apóstol Pablo, gozo es aquella profunda alegría espiritual que el Espíritu Santo infunde en los corazones de quienes deciden seguir a Dios. Otros, más bien definen el gozo como virtud; esto es, la alegría y complacencia que siente el cristiano en la extensión del Reino de Dios y su justicia, tal como lo da a entender el mismo apóstol (1 Corintios 8: 6).

En el reino de Dios, hay lugar para una más amplia «sonrisa de felicidad» en el rostro de nuestra vida y obra. Y ésta está por encima de cualquier circunstancia de nuestra vida.

La alegría del hombre es pasajera

La sonrisa puede estar en el rostro del hombre, mientras que en el corazón lo que hay es un dolor punzante. ¿Por qué? Porque la alegría del mundo es distinta al gozo que Dios dá.

Éste gozo viene por medio de la experiencia de la salvación de Dios, pero «cuán posible es conocer a Dios y, sin embargo, como David, perder el «gozo de su salvación» (Salmos 51:12). Allí donde hay esclavitud espiritual sólo puede haber un testimonio carente de gozo. Es cuando el cautiverio del alma termina que el gozo la inunda; entonces somos como los que sueñan (Salmos 126:1).

El gozo en Dios – Vivir en el gozo de Dios

Es la voluntad de Cristo que su gozo esté en nosotros por encima de lo externo que estemos viviendo (Juan 15:11).

El gozo de Cristo es el gozo de la consciente comunión con el Padre. Este «óleo de gozo» es el sustituto del espíritu de pesadez. Ningún obrero cristiano debería carecer de él. Aunque salga llorando, llevando la preciosa semilla, sabe que indudablemente volverá gozoso, llevando consigo sus gavillas (Salmos 126:5-6) Pedro y Juan encontraron posible este gozo incluso sufriendo afrenta y torturas por el Nombre y la causa de Jesucristo (Hechos. 5:41; Hechos 16:25)

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