El verdadero poder

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: El verdadero poder

Predica Cristiana Lectura Bíblica: 1 Crónicas 29:11-13

Introducción

Seguramente que muchas veces habrá escuchado hablar del poder de Dios, y habrá visto a la manifestación de ese poder a través de muchos siervos y siervas del Señor.

El poder de Dios es una realidad que nadie puede negar cuando llega a comprender lo que éste significa y como actúa. Pero si alguien no tiene ese conocimiento le es imposible concebir su existencia.

Y lo que también debemos reconocer es que, como la Biblia nos advierte, se levantaran “falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia” 2 Corintios 11:13-15, como “hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras2 Pedro 2:1, pero a todos ellos, “por sus frutos los conoceréis”.

Lo que debemos hacer como verdaderos hijos de Dios

Lo que debemos hacer como verdaderos hijos de Dios es buscar el conocimiento del verdadero poder.  Del poder que viene realmente del Señor. El poder que actúa para Su Gloria, sin tener en cuenta el instrumento, sino la fuente del poder.

Cristo es el primogénito de entre los muertos, lo que no significa que sea el primero en ser levantado de entre los muertos. Pues sabemos la Biblia cuenta que hubo otros antes que Él. Pero si es el Señor primogénito de toda la nueva creación. Cristo es la cabeza de la nueva creación, como nos dice Pablo. Y nosotros formamos parte de un cuerpo nuevo. Formamos parte de la nueva raza de hombres que ha venido formando Dios a través de los siglos y de ese cuerpo. Por lo tanto, de Él fluye todo el poder, el poder que proviene de su resurrección.

Uno de los grandes problemas

Y uno de los grandes problemas que tiene la mayoría de los cristianos es que no entienden lo que enseña la Biblia acerca del poder de la resurrección. Puesto que si tuviesen idea de cómo es ese poder y cómo funciona, de los aspectos y situaciones en que se pretende que se manifieste, nunca más volverían a vivir como lo están haciendo y serían totalmente diferentes.

Lo que no quiere decir que serían personas brillantes, que realizarían grandes demostraciones de poder y moverían montañas porque el poder de la resurrección no es ostentoso, ni necesita de gritos, zapateos o gesticulaciones raras como se suelen ver de parte de quienes más tratan de exhibirse ellos en lo personal, que de mostrar la gloria de Dios.

El poder de Dios

El poder de Dios es apacible y es la clase de poder que se manifestaba evidente en el Señor. No fue el hecho de haber salido del sepulcro lo que deslumbró a los soldados, ni lo que produjo el terremoto. Pues Él salió del sepulcro sin el menor sonido.

La piedra fue quitada no para salir, sino para que las personas pudiesen entrar, y ver el sepulcro vacío. No hubo sonido ni la menor demostración. Solo se puso de manifiesto el poder tranquilo e inexorable de una vida resucitada. Una vida a la que ningún poder puede oponer resistencia. Y eso es lo que Dios ha puesto en nuestras manos. Un poder calmo que transforma los corazones, las vidas y las actitudes, cambiando todo desde dentro.

El poder que fluye de nuestro interior

Este es el poder que fluye de nuestro interior, y que viene desde la cabeza de la nueva creación, el Cristo resucitado, la fuente de todo poder.

Este poder no es para algunos pocos como algunos creen, sino para “vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de élColosenses 1:21-22, y eso nos incluye a todos. ¿No es cierto? Todos estamos en esta categoría y somos las personas a través de las cuales debe ahora manifestarse este poder.

Y “el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” Colosenses 1:26-27

El misterio es: “Cristo en vosotros”, y usted no habrá realmente  predicado el Evangelio hasta que le haya dicho a los hombre no solo que sus pecados les serán perdonados si acuden a Cristo, sino que Él mismo habitará en los que le reciban, “enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre” para hacer por medio de ellos lo que espera que hagan; Jesús murió por nosotros, para vivir en nosotros, y esta es la gloria del Evangelio en su plenitud.

Débiles para salir predicar

Muchos dicen estar débiles para salir predicar, para ganar almas para el reino de Dios, o simplemente para llevar a cabo alguna tarea en la iglesia. Pero en realidad, ¿De dónde proviene la energía para cumplir con la tarea?

¿De dónde se saca las fuerzas?, del mismo lugar que Pablo: “Luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí”. Es decir que no hay pretexto para no cumplirla, no hay excusa posible en la edad, el mucho trabajo, o la debilidad humana.

Algo que parece tan simple, ¡Cristo en nosotros! Pero que si los cristianos tuviesen realmente idea de lo que Dios ha puesto a su disposición, nunca volverían a ser los mismos y nunca más, como pastores, tendríamos por poco que suplicar a las personas de la iglesia que se hagan cargo de ciertas tareas, ministerios o pedirles que enseñen en la escuela.

No nos encontraríamos con la excusa: “Es que no tengo fuerza para hacerlo, no tengo la energía necesaria”, porque como dice Pablo, tenemos la fuente de energía constante que fluye de Él dentro nuestro y en forma permanente.

Pero también tenemos la advertencia de falsos poderes que nos apartarían del verdadero que Cristo nos ha dado. Pues hay ciertas cosas entre los hombres que siempre se consideran como fuentes de poder y que si las consigue, puede convertirlo en una persona poderosa y un dirigente de hombres, como vemos en los anuncios que dicen: “Por solamente trescientos pesos transformará su vida en quince días, convirtiéndose en un dirigente y nunca más volverá usted a ser el mismo”.

Como también hay otras sutilezas que nos ofrecen poder, pero todo viene de la misma fuente, del diablo. Y hay una fuente falsa que es un celo dedicado a Dios que se manifiesta guardando los ritos, las normas y las prácticas religiosas, o trabajando durante largas horas debido a un aparente al celo por la obra, cuando en realidad, lo que busca es el reconocimiento de los hombres, es un poder que necesita y sirve solamente para alimentar el ego.

Impresión de ser fuentes

Todas estas cosas dan la impresión de ser fuentes de poder, y en ocasiones admiramos a aquellas personas que se dedican totalmente a la obra. Personas  que viven hablando en lenguas o con el teléfono de Dios en la mano. Pero, como dice Pablo, se están engañando a sí mismas y no descubren el verdadero poder, y “Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne”.

Buscar la gloria de Jesucristo

Sin embargo, los cristianos debemos buscar siempre la gloria de Jesucristo,. Pues en Él “están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas”.

En Cristo tenemos todo cuanto necesitamos para vivir la vida, “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias”.

¿Escuchó bien? dice: “Acciones de gracias”, no abundancia de quejas que solamente nos llevan nuevamente a la cautividad. Por lo tanto, “buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra……., Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros….., habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento plenoColosenses 3:1-2, 5-10.

Como vemos, podemos colocarnos una corona de espinas y seguir dominado por la carne. Podemos golpearnos el cuerpo hasta que sangre y seguir siendo rebeldes puesto que estas cosas no eliminan las concupiscencias de la carne.

Por lo tanto, aquí no hay poder de Dios que nos haga llevar la clase de vida que debemos vivir, sino poder del diablo para dominarnos y sacarnos de la verdadera fuente de poder que es Cristo. Por lo tanto, que “Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da DiosColosenses 2:18-19.

La iglesia de Colosas

La iglesia de Colosas estaba preocupada por estas influencias de la misma manera que nos debemos preocupar actualmente nosotros que vemos a diario propagandas que marcan un aumento por todas partes de la vuelta al ocultismo, a la astrología, a las artes oscuras y dudosas, a la magia y a las sesiones espiritistas, o lo que esta de moda, las últimas revelaciones sin respaldo bíblico.

Como cristianos debemos entender que todas estas cosas no son más que una sustitución o una imitación satánica del poder de Jesucristo, el poder de Cristo que mora en el creyente.

La verdadera manifestación del poder de Dios

Debemos buscar la verdadera manifestación del poder y Pablo explica cómo llenarse con el poder de Cristo, esto es, “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”.

Y eso no significa que tengamos que estar constantemente en el cielo ni cubrirnos de super espiritualidad, porque lo que está diciendo sencillamente es que “no permitamos que nuestros deseos y actitudes sean gobernadas o dirigidas por los deseos de alcanzar la fama o el poder terrenal, y en vez de eso, lo que debemos hacer es que nuestros deseos concuerden con la Palabra y voluntad de Dios.

Conclusión

Debemos sentir el deseo de manifestar Su amor, su verdad, la fe y paciencia. estas son las cualidades que representan la vida del Cristo resucitado y a eso es a lo que se refiere Pablo. No es que tengamos que estar todo el tiempo pensando en el cielo, sino manifestando el cielo en las situaciones en las que nos encontremos.

Entonces, “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”, permitiendo que estas cosas se manifiesten en tu vida.

Propóngase que estas cosas se manifiesten en su vida, contando con la vida de Cristo en usted para que se vuelvan reales y no falsas, como manifestaciones genuinas y auténticas de esta vida y no apariencias; “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él”.

© Julio Torres. Todos los derechos reservados.

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