Vencer el orgullo

La humildad

La humildad es lo único que puede vencer a los pecados de vanidad, orgullo y soberbia, la humildad es lo único que nos permite vivir en la verdad y la libertad que el Señor nos da con Dios en primer lugar.

Mientras que el orgulloso tiene tan alto concepto de sí mismo que solo confía en lo que él hace porque tiene una falsa seguridad de que hace todo bien y que no hay nadie mejor que él.

El orgullo nos ciega

El orgullo ciega al creyente impidiendo que reciba revelación de lo que es liberación, sanidad, prosperidad, fe y otras promesas que están en la Biblia. Pues la persona que está cegada por el espíritu de orgullo no se le puede llegar al corazón.

Y si se les toca su orgullo se alejan poniendo dudosas razones para su alejamiento. Razones que marcan siempre la culpabilidad de otros a causa de su orgullo. Pero Dios lo rompe a través del padecimiento y del dolor para poder eliminarlo de sus hijos para que puedan crecer espiritualmente.

Un espíritu que bloquea a una persona para que no pueda fluir en lo espiritual, es el orgullo. Por eso les cuesta mucho fluir en los dones del Espíritu Santo, ya que viven desgastados batallando con el espíritu de orgullo que les habla a la mente y al corazón dándoles razones y excusas, creen que es el Señor quien habla diciéndoles: “No necesitas cambiar, tu posición es la correcta, tu determinación es la mejor y todos los demás están mal, tú tienes la verdad”.

Pero Dios quiere cambiar eso por medio de su Espíritu Santo, y lo hace en aquellos que se abren a Él, aunque también muchas veces, por nuestro orgullo, no lo dejamos obrar.

El orgullo le impide someterse

Un siervo en Cristo, es un creyente que si quiere servir, pero que también se puede encontrar con que el orgullo le impide someterse ya que se requiere humildad para hacerlo; una persona orgullosa quiere que todo el mundo se someta a ella y le sirva, y eso le dará batalla en todo lo que haga pues “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” Santiago 4:6-7

Dios resiste para no dejar avanzar a una persona que sea orgullosa, y como resultado, le va mal en todo. Debemos tener esto en cuenta cuando nos preguntamos: ¿Por qué me va mal en mis finanzas? ¿Por qué me va mal con mis hijos y mi esposa? ¿Por qué Dios no contesta mis oraciones? Siempre que hago algo me sale mal, ¿por qué?

Proverbios 13:10 dice: “Ciertamente la soberbia concebirá contienda; Mas con los avisados está la sabiduría.” Y un hombre que se cree importante habla de sí mismo con vanagloria. Ostenta lo que cree ser o tener influenciando por su orgullo.

Entonces provoca peleas, discusiones y divisiones entre los hermanos, en la familia, y en el hogar al estar controlados por el orgullo. Es por eso que Job dice: “Su aliento enciende los carbones, Y de su boca sale llama. En su cerviz está la fuerza, Y delante de él se esparce el desalientoJob 41:21-22.

1 comentario en “Vencer el orgullo”

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